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El silencio es cómplice de la impunidad

Por Agostina Mascaro

Desde aquel fatídico 24 de enero en que asesinaron brutalmente a Nico Pacheco no nos hemos manifestado públicamente debido al dolor, la mezcla de sensaciones y la falta de respuestas que con el correr del tiempo se fueron aclarando.

El organizaba su vida en torno a Racing. Entre tantas cosas que hacía por el club encabezaba el programa partidario «Racing o nada», desde 2007, con la intención inicial de luchar en contra del gerenciamiento, levantar la voz de» Racing club asociación civil» y pregonar la vuelta de la democracia. Tenía permanente participación en varias actividades sociales, total vocación de servicio hacia el club, compromiso, fidelidad y sobre todo una alegría permanente que transmitía a cualquier persona que se cruzara con él. Su sonrisa era su principal estandarte.

Jamás podría imaginarse él, ni ninguno de nosotros que le hicieran algo así dentro del club, específicamente en la sede de Villa del Parque, a la cual concurría hacía años. Una tremenda indignación y bronca nos causa la reacción de los dirigentes, como así también la de varias personas con las cuales hemos compartido años de cancha, viajes y el día a día dentro del club.

Nunca hubo un aporte por parte de los dirigentes para esclarecer el asesinato de un socio de Racing, sino todo lo contrario, trataron de hacerlo pasar públicamente por un accidente alineándose con las declaraciones de los procesados.

Mariano Cúneo Libarona se presentó en el juzgado como abogado de Racing, sabiendo a las horas del hecho que las pruebas irrefutables de la autopsia demostraron científicamente que a Nicolás lo  asesinaron brutalmente a golpes en un horario anterior al declarado por los únicos presentes. Prueba esto, que tuvieron casi 4 horas para modificar la escena del crimen.

Cúneo Libarona no volvió manifestarse públicamente mientras el responsable de la sede, Rubén Guevara, y el ex presidente de Racing, Gastón Cogorno (entre otros), seguían declarando públicamente e instalando en el mundo Racing, que había sido un accidente, por lo tanto nunca brindaron apoyo a la familia de Nico en la búsqueda de la verdad y la justicia.

La única medida política que manifestaron fue la promesa de  hacer un «sumario interno». Para ello se formó una comisión investigadora conformada por tres miembros:  Roberto Torres, Alejandro Amor y el entonces futuro ex-presidente de Racing. Nunca se pronunciaron públicamente sobre el tema, hasta hace unos meses cuando el propio Torres manifestó que dicho sumario y tal comisión investigadora jamás existió, confirmando que Rubén Guevara y Gastón Cogorno entre otros dirigentes de Racing, mintieron.

Con el cambio de roles en la comisión nada ha cambiado respecto a este tema y se sigue manteniendo un silencio que roza con la impunidad y la complicidad.

Tteniendo en cuenta que:

– asesinaron a un socio dentro de Racing en un horario en el cual el club debería estar cerrado; los ex y los actuales dirigentes jamás elevaron un pedido real de justicia (mucho menos acompañaron el reclamo de familiares y amigos).

– hay 3 procesados por el crimen, a quienes lejos de negarles la admisión o tomar alguna medida, se los ve concurriendo a la cancha y paseando impunemente por el predio y las sedes junto con las personas que aún hoy argumentan su silencio con la inverosímil versión del accidente.

-que tampoco se tomó ningún tipo de medidas preventivas referidas a los usos y horarios de las instalaciones para brindar garantía de seguridad a los hinchas y/o socios que transitan día a día el club como lo hacíamos nosotros, tenemos que entender que Nico podría haber sido cualquiera y que estos dirigentes nada hubiesen hecho.

Con el compromiso de todos esperamos que él/los asesinos, los cómplices y los encubridores sean condenados y tengan un castigo ejemplar para que Nico pueda descansar en paz.

Por todo esto convocamos a una marcha a pedido de justicia: el viernes 24 de enero, a las 20, en Nogoyá 3045 (Racing Club, sede Villa del Parque).


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