Es sabido que los ministros de la Corte Suprema de Justicia prefieren hablar por sus sentencias, pero cuando lo hacen ellos eligen el ambiente, pueden ser los salones del Jockey o del Club Americano y, porque no, en el caso de Enrique Petracchi, el quincho de la casa de Barrio Norte del abogado Gustavo Aramburu, donde el juez protagoniza veladas jurídicas en las cuales aprovecha para defenestrar a otros colegas de la Corte y al Gobierno.