Como si fuera el peor capítulo de una novela, en la peor tragedia que se recuerde en tiempos de paz -me refiero al hundimiento del submarino ARA San Juan, que les costó la vida a sus 44 tripulantes-, se dio a conocer que la AFI espiaba a los familiares de los tripulantes. La noticia indigna, sólo de imaginar que a las víctimas, a quienes padecieron el dolor de ver arrebatada la vida de sus hijos, maridos y padres de sus hijos las seguían, las espiaban…
Pero para las familias esto no es novedad, se cansaron de decir que las escuchaban, que veían movimientos raros. Lo dijeron ante el ex ministro de Defensa, Oscar Aguad, en audiencia de la Comisión Bicameral de Investigación del Hundimiento del ARA San Juan, pero nadie hizo nada ni actuó de oficio siquiera.
Las esposas de los tripulantes realizaron la denuncia por pinchadura de teléfonos, por intentos de intromisión en los emails. Fue en abril de 2018 , en la causa se aportaron pruebas de las escuchas, indicios del espionaje. Sin embargo el fiscal interviniente, Gerardo Pollicita, pidió a las viudas que entregaran sus celulares para que fueran peritados durante más de un mes.
Las familiares se negaron a entregar el único vinculo con las demás familias, se negaron a entregar el equipo porque allí aún tenían audios de sus maridos, aún tenían fotos y archivos que eran y son sus recuerdos. La causa se archivó. Nadie quería saber. Continuó la seguidilla de «casualidades», es decir, se preparaba una marcha o una pista y al día siguiente llamativamente sabían las autoridades lo que se pediría.
¡Los teléfonos se recalentaban solos, desaparecían de los grupos de WhatsApp los celulares de los tripulantes! En junio de 2018, estando en Caleta Olivia, la doctora Lorena Arias, también parte de la querella de la mayoría de los familiares del ARA San Juan, advirtió que sus preguntas en audiencia testimonial parecían conocerse de antemano, lo cual motivó que también se radique denuncia por pinchaduras ante el fiscal Lucas Collia brindando la totalidad de celulares de más familiares.
Siempre tras los pasos de los familiares e incluso de la estrategia legal de la querella. Aquel espionaje que salió a la luz, para nosotros era una certeza. El 11 de junio de 2020 se realizó una presentación ante el Juzgado Federal de Lomas de Zamora para que informe si en el marco de la causa por espionaje, en la actualidad a cargo del juez Juan Pablo Auge, estaban las familias del ARA San Juan.
Ahora podemos decir que teníamos razón, eran espiadas las familias del ARA San Juan como parte del modus operandi de otro gobierno que espiaba a sus parientes, a las familias disidentes de AMIA, a la familia de Santiago Maldonado y a sus propios dirigentes. En la actualidad, con lo mucho que aún falta saber sobre el ARA San Juan, esperamos tener más verdad y más justicia.
Fuente: Cronica