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El Padre Toto denuncia que una vecina de la villa 21 murió de coronavirus porque el SAME llegó tarde

Los familiares de Ramona Collantes llamaron el viernes a la ambulancia y le dieron un paracetamol. El sábado murió.

El padre Toto atiende una parroquia en la villa.

“La indignación crece al enterarnos que Ramona Collante, vecina de la Villa 21 falleció porque el SAME llegó dos horas tarde, tenía covid 19. Una vez más, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llegó más que demasiado tarde a la Villa y fue fatal. Padre Toto.”

El mensaje del Padre Toto, titular de la parroquia de la Virgen de Caacupé, en la villa 21 de Barracas, llega a través de un mensaje de WahtsApp. Y anuncia la muerte de otra Ramona, otra vecina de una villa. 

La primera Ramona que murió por coronavirus en una villa porteña, tenía el apellido Medina. Días antes de su muerte, a mediados de mayo, había denunciado en un video que en la villa 31 no había agua y que de esa forma era imposible lavarse las manos varias veces por día para evitar la enfermedad.

Después de la muerte de Ramona Medina y de otros vecinos y referentes de la villa de Retiro, se sucedieron los reclamos por la falta de atención de la situación en los barrios más pobres y vulnerables de la ciudad con más presupuesto del país.

“Ramona era una mujer muy humilde, paraguaya, que vivía alquilando junto a sus hijas y nietos, que vienen a buscar la comida a la Parroquia. El viernes por la tarde, Ramona se sentía muy mal y llamaron a la ambulancia, que tardó mucho en llegar”, explicó el Padre Toto a Big Bang.

La mujer tenía presión alta, además de afecciones pulmonares, y cuando llegó el médico le recetaron un paracetamol y le dijeron que se quedar en la casa, ante la sorpresa de sus familiares.

“Al día siguiente, el sábado, volvieron a llamar a la ambulancia porque se sentía muy mal. Tardó dos horas en llegar. Y cuando lo hizo ya hacía poquito que había fallecido. Esto nos indignó mucho porque es una muestra más de cómo se trata a los enfermos de los barrios humildes”, agregó. “Según las disposiciones son de 12 a 15 minutos lo que debe tardar una ambulancia”, insistió.

Este lunes se enteraron de que Ramona Collantes tenía coronavirus, de acuerdo con el análisis que se le hizo luego de la muerte. El dolor aumenta porque se supone que si el viernes la hubieran internado quizás su muerte se podría haber evitado. O si el sábado la ambulancia hubiera llegado más rápido.

El cura explicó que este lunes la familia de Ramona quedó aislada en la misma casa donde vivía ella. Son varias personas -hijos y nietas- que ocupan la misma vivienda. Finalmente, el gobierno porteño llegó esta mañana para asistir a la familia

“Se están quedando en la casa, no pueden salir. Es lo que indica el protocolo. Les están llevando alimentos. Dentro de siete días les volverán a hacer los análisis para ver si hay más contagios”, explicó el sacerdote.

El cura no puede ocultar su bronca por la situación que se vive en una de las villas más populosas de la ciudad, con unos 70 mil habitantes.

“Se nota un avance pero siempre es milimétrico comparado con lo que debiera ser. Es como que siempre llega tarde el plan de emergencia del Gobierno de la Ciudad. Ya tenemos 275 casos en la villa 21. Fue creciendo mucho en los últimos días, y no se ve que el Estado esté a la altura de acompañar todos los contactos estrechos. Las organizaciones sociales están llevando adelante muchos de estos acompañamientos, pero no tiene que ser el Estado o las organizaciones”, se lamentó.

Esta mañana, el Gobierno de la ciudad informó que el 31 de mayo se notificaron 340 nuevos casos de coronavirus en el territorio porteño, de los cuales, más de la mitad,  178 se registraron en los barrios más pobres, que concentran 4083 casos, un poco menos de la mitad de todos los de la ciudad.

Tras la denuncia del padre Toto sobre la demora del SAME en asistir a Ramona, BigBang consultó a voceros de tres oficinas del gobierno de la ciudad. Quedaron en contestar.