El oficialismo obtuvo los votos necesarios y el proyecto de unificación y reforma de los Códigos Civil y Comercial recibió dictamen durante la tercera audiencia de la comisión bicameral, por lo que quedó en condiciones de ser debatida el próximo miércoles por el Senado.
El jefe del bloque de senadores kirchneristas, Miguel Pichetto, valoró el «arduo trabajo» para la elaboración de la nueva reglamentación, precisó que el oficialismo incoporó 180 modificaciones y rechazó las críticas de la oposición, que no acompañó el dictamen de mayoría por considerar que no reunió «el consenso político necesario».
De todos modos, el titular de la bancada del FpV en la Cámara alta dejó abierta la posibilidad de introducir cambios: «Seguramente habrá un debate por títulos, seguramente algunos temas puedan ser objeto de un algún debate más profundo. Y si surge alguna cosa valiosa que valga la pena incluir, lo haremos», prometió.
Pichetto buscó llevar tranquilidad con esas palabras a los bloques antikirchneristas, que se negaron a firmar el dictamen por dos grandes motivos: la celeridad que el Gobierno quiso imponer al tratamiento y la insistencia en no incluir la responsabilidad del Estado en el nuevo código.
«El oficialismo ha roto la posibilidad de consensos», indicó el radical Ernesto Sanz. «Lamentablemente, la ley no ha sido precedida de un acuerdo generoso. Estamos muy preocupados por las últimas modificaciones que introdujo el FpV», coincidió el diputado Ricardo Gil Lavedra.
Gil Lavedra se refirió así a algunos de los 180 cambios que se le introdujeron al texto que envió el Poder Ejecutivo, según comunicó Pichetto. Entre las dispersiones que admitió el kirchnerismo figuran varios reclamos que había hecho la Iglesia, entre ellos la eliminación de la gestación post-mortem y la fecundación por sustitución. Además se «mejoró» el artículo 18, referido al derecho a la propiedad indígena.