Campagnoli junto a su defensor Gil Lavedra.

Por Rafael Saralegui

El juicio político que se le sigue al suspendido fiscal José María Campagnoli entró en un limbo: esta tarde el tribunal de enjuiciamiento resolvió suspender las audiencias hasta la semana próxima, cuando resolverá como sigue el trámite del proceso mientras sigue la licencia que pidió una de las integrantes del tribunal María Cristina Martínez Córdoba.

Hace una semana Martínez Córdoba, que integra el jury en representación de la Defensoría Oficial de la Nación, presentó un escrito en el que pidió licencia médica por un pico de estrés. La licencia de Martínez Córdoba llegó en momentos en que el proceso entraba en su etapa decisiva, se debían iniciar los alegatos y luego el tribunal debía dictar sentencia.

Con el pedido de la licencia todo quedó en suspenso. El viernes último Martínez Córdoba pidió que se ampliara su licencia médica por otros quince días. El reglamento del jury dice que la licencia de uno de los miembros no puede extender más allá de los diez días.

Hoy se debía resolver si Martínez Córdoba era reemplazada y como seguía adelante el trámite, ya que su reemplazante no había concurrido a las audiencias. Finalmente, el tribunal resolvió que Martínez Córdoba será reemplazado por Leonardo Miño, defensor oficial en el departamento judicial San Martín.

Pero no se resolvió el fondo de la cuestión: si se realizará un nuevo jury ya que Miño no asistió a las audiencias. Una posibilidad que se había mencionado era que viera las grabaciones en video de las jornadas anteriores, algo que podría ser objetado por las partes. Eso quedó para resolverse la semana próxima.

Campagnoli está acusado de haber desviado el objeto procesal de una causa en la que el empresario santacruceño Lázaro Báez era denunciante contra el financita Federico Elaskar y terminó siento investigado por lavado de dinero.

El clima que rodea al jury se comenzó a mostrar enrarecido desde la semana pasada: Martínez Córdoba sufrió el pico de estrés después de haber sido “escrachada” en las redes sociales, donde se publicó su número de teléfono y la dirección de su domicilio particular.

El comentario en fuentes del proceso, era que el voto de Martínez Córdoba era el decisivo, ya que que Campaganoli tenía tres votos asegurados que se pronunciaban por su destitución y otros tantos que se mostraban decididos a absolverlo. En diciembre la defensora había votado por suspender a Campagnoli en sus funciones, en una resolución que el alcanzó por una mayoría de cuatro votos contra tres.

Uno de los fiscales acusadores, Adolfo Villate, a su vez denunció que su mujer recibió una amenaza por su intervención en este proceso en contra de Campagnoli. Esta tarde los integrantes del tribunal difundieron una declaración en la que manifestaron su rechazó categórico a “ciertas expresiones de las que fueron objeto sus miembros, absolutamente inapropiadas para su normal funcionamiento, así como las amenazas que habrá recibido una de las partes”.

“En estas condiciones, el Tribunal de Enjuiciamiento de de Magistrados del Ministerio Público de la Nación quiere conocar a todos a ejercer con responsabilidad y objetividad el derecho a informar y ser informado, así como expresarse libremente, teniendo en consideración que el proceso se desarrolla en todo de conformidad con las reglas establecidas a tal efecto y cuenta asismo, con instancias de revisión judicial independientes. Ello bajo la convicción de que la buena marcha de la república requiere del normal funcionamiento de las instituciones constituidas por mandato constitucional y legal”, concluyeron.

Tras conocer la postergación hasta la semana próxima, el abogado de Campagnoli, Ricardo Gil Lavedra, se enojó: «Es un papelón a pocas horas de la sentencia». Y agregó: «Todas las circunstancias que rodearon este proceso da lugar a la suspicacia».