Telleldín y Samid fueron espectadored del partido de Scioli.

Por Rodolfo Palacios.

Extenuado y bañado en sudor, Daniel Scioli corría y metía en la cancha de fútbol cinco de La Matanza con su equipo de fútbol Villa La Ñata. Tenía puesta la camiseta número 9, como siempre. Desde el banco de suplentes, un hombre robusto lo alentaba con fervor. Tenía puesta una gorra naranja con el nombre de Scioli y cada tanto hacía la “v” de la victoria. El llamativo hincha era el polémico Carlos Telleldín, el ex vendedor de autos usados que fue acusado de vender la Trafic que se usó para hacer estallar la AMIA el 18 de julio de 1994, atentado que provocó la muerte de 85 personas. Ahora, Telleldín es un famoso abogado del hampa: defiende a ladrones y asesinos.

Ocurrió hace una semana. Después del partido, Scioli se dejó fotografiar abrazado a Telleldín. Luego, el abogado le presentó a un grupo de supermercadistas chinos que defiende. “En medio de los saqueos y los acuartelamientos policiales, hubo comerciantes chinos que amenazaron con armarse. Por eso fue importante el acercamiento a Scioli, quien se comprometió a darles seguridad”, dijo Telleldín a CyR.

El nexo entre el ex vendedor de autos y el gobernador bonaerense es el empresario de la carne Alberto Samid, amigo de Scioli y cofundador del equipo Villa La Ñata. Samid es intermediario también entre la relación de Scioli con Sergio Massa.

¿La foto que se sacó Scioli es piantavotos? ¿Qué dirán los directivos de la AMIA? ¿Recibir a un abogado de ladrones y asesinos es una señal equivocada en el contexto de inseguridad que vive Buenos Aires? Hasta ahora esos son interrogantes.

“Nos reunimos por la seguridad de los comerciantes chinos, no para hablar de la AMIA o de ladrones y asesinos. No tiene nada de malo”, dijo Telleldín, que puso las fotos del encuentro en su perfil de Facebook.

Telleldín fue el principal imputado como responsable de la llamada “conexión local” de los terroristas extranjeros. Estuvo preso diez años (entre 1994 y 2004). El fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, pidió que sea juzgado otra vez por el ataque terrorista contra la sede de la AMIA.

A los 53 años, Telledín se siente rejuvenecido. En ciertos rincones del mundo del hampa se lo respeta y se lo quiere.

“Eso es porque estoy con ellos, los escucho, trato de resolverles los problemas. Pero no les prometo nada. Nunca les fallé. Y puedo decir que defiendo a tipos muy pesados, los más pesados del país. Tipos que no quieren dar notas porque no cayeron y quieren mantener el perfil bajo”, dijo a CyR.

Hace un tiempo se dijo que se quedaba con las casas y los autos de sus defendidos como parte de pago, lo que está prohibido por el Colegio de Abogados. “Eso no se puede, a lo sumo puedo aceptar que venda esa casa y me dé la plata”, explicó Telleldín.

Una vez dijo que su colega Fernando Burlando tenía vínculos poderosos en la política. “Está cerca del gobierno bonaerense. Por eso aparece en casos resonantes.Lo ponen a Burlando porque pone paños fríos, tranquiliza a los familiares de las víctimas y no les genera dolores de cabeza a las autoridades. Controla todo. Tiene experiencia y sabe cómo manejarse”, llegó a decir. Ahora él ocupa un lugar cercano a Scioli. ¿Ahora pasará a defender a las víctimas o seguirá defendiendo a los acusados?