Ballestero pidió licencia y ya no volverá.

El Gobierno se encuentra en condiciones de integrar a su antojo la estratégica Cámara Federal porteña, por la que pasan todos los casos que tramitan los 12 juzgados federales que tiene su asiento en Comodoro Py y donde se ventilan las causas de corrupción que involucran a funcionarios y delitos federales, como narcotráfico o trata de personas.

Esto es consecuencia de la decisión del camarista Jorge Ballestero de pedir licencia durante 20 días por razones de salud, luego de lo cual podría decidir hacer efectivos los trámites para jubilarse que ya tiene en marcha, según lo anticipó a sus allegados tiempo atrás.

Ballestero pidió licencia médica tras haber sido denunciado por supuesto enriquecimiento ilícito ante el Consejo de la Magistratura, luego de la excarcelación de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa. La decisión de investigar a Ballestero fue iniciada por una presentación realizada por la Corte Suprema de Justicia, que pidió al Consejo que ese estableciera cómo se había integrado la sala que tomó esa decisión.

Jorge Ballestero y Eduardo Farah, son los dos jueces que votaron por otorgar la liberación de los dos empresarios del Grupo Indalo que provocó la indignación del presidente Macri y de todo su Gobierno, que salió a coro a pedir la cabeza de los dos camaristas. Ballestero y Farah formaron la mayoría, con el voto en contra de Leopoldo Bruglia.

Con su licencia, en la Sala I quedó sólo el camarista Leopoldo Bruglia mientras que en la Sala II, por el momento, sólo ocupa su lugar el juez Farah, cuyo pedido de traslado a otro tribunal será evaluado esta mañana por el Consejo de la Magistratura.

El otro integrante de la Sala II, Martin Irurzun, comenzó el lunes último una licencia por dos semanas que ya estaba programada.

Ballestero concurrió a un control médico por la mañana, donde -según trascendió-, recibió una advertencia médica y luego formalizó el pedido de licencia inmediata en los tribunales federales de Retiro.

La Sala I de la Cámara Federal estaba integrada por Ballestero, Bruglia y Eduardo Freiler, quien el año pasado fue destituido por el Consejo de la Magistratura, tras haber sido denunciado por enriquecimiento ilícito. Con la salida obligada de Freiler y la eventual jubilación de Ballestero, sólo quedaría Bruglia en esa Sala.

La Sala II estaba integrada por Irurzun, Horacio Cattani, quien se jubiló en febrero, y Farah, quien ocupaba el cargo que había dejado hace varios años Gabriel Cavallo. Con la jubilación de Cattani y el pedido de pase de Farah a otro tribunal, sólo quedaría Irurzun. Uno de los espera designación es Mariano Llorens, que fue propuesto por el actual Gobierno y espera acuerdo del Senado.

De esta manera, sólo habría dos jueces, Irurzun y Bruglia, en los próximos meses como integrantes de la Cámara, es decir, sólo dos de los seis camaristas que integran ese tribunal estratégico.

El Consejo de la Magistratura debería convocar a los concursos correspondientes para cubrir las vacantes, mientras que el presidente Macri deberá luego elegir a los candidatos, que tienen que lograr la aprobación de la Cámara de Senadores. De esa forma, el Gobierno podría proponer a la mayoría de los integrantes de unos de los tribunales más importantes por las causas que pasan por allí.

Ballestero y Farah firmaron de manera conjunta el fallo que concedió la excarcelación a los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa en la causa por el no pago de 8.000 millones de pesos del impuesto a los combustibles líquidos en la petrolera Oil Combustibles.

Tras esa decisión, fue denunciado por la diputada Elisa Carrió por supuesto enriquecimiento ilícito, mientras que la Corte Suprema de Justicia pidió que se investigue cómo fue designado Farah, de la sala II, para desempatar ante la falta de acuerdo de Ballestero y su colega Leopoldo Bruglia.

La decisión que benefició a López y De Sousa es revisada actualmente por la Cámara Federal de Casación, que convocó para mañana a una audiencia antes de resolver los recursos.