Si el Senado consigue sancionar la Ley Bases, tendrá que afrontar luego otro debate de enorme trascendencia para el Gobierno: la aprobación de los dos candidatos a la Corte Suprema de Justicia, por lo que tendrá que apelar a enormes dosis de rosca política, ya que el oficialismo se encuentra en franca minoría.
Es que en a noche del lunes el Ministerio de Justicia envió a la Cámara Alta los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel José García Mansilla para ocupar dos cargos en el máximo tribunal. El que dejó dejó Elena Highton de Nolasco y el que quedará libre el próximo 29 de diciembre, cuando Juan Carlos Maqueda cumpla 75 años.
En el los dos mensajes que el Ejecutivo envió al Senado, con las firmas del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y del presidente Javier Milei, se consigna que “finalizado el procedimiento de participación ciudadana, conforme el Decreto Nº 222 del 19 de junio de 2003, modificado parcialmente por el Decreto N° 491 del 29 de mayo de 2018 y por el Decreto N° 267 del 20 de marzo de 2024, se procede a la elevación de la presente propuesta teniendo en cuenta la capacidad técnica y jurídica del citado profesional”.
Respecto de Lijo, juez federal de primera instancia desde hace más de 20 años, se consigna: “cabe señalar que la mayoría de las opiniones a favor del doctor Ariel Oscar Lijo se sustentan en su acreditada idoneidad para el desempeño del cargo de que se trata, su trayectoria en el poder Judicial de la Nación, su labor como docente universitario y su notable formación jurídica y permanente especialización en el campo del Derecho Penal”.
García Mansilla
Entre los antecedentes de García Mansilla se recuerda que “ostenta el título de Abogado de la Universidad del Salvador. Asimismo completó una maestría en leyes en la Universidad de Georgetown, en Washington DC, donde se especializó en Derecho Constitucional estadounidense. Es doctor en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Austral”.
Además, “fue elegido por sus pares como uno de los abogados más destacados de la Ciudad de Buenos Aires en los años 2008 y 2012. Es Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral. Allí lidera el Consejo de Dirección de la Facultad y de la Escuela de Gobierno que tiene a cargo las carreras de grado de Abogacía, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, así como de todos los doctorados, maestrías y programas de posgrado que ofrece la Facultad”.
Ahora más allá de los pergaminos y antecedentes de los dos postulantes, se inicia un largo proceso en el Senado porque para aprobar los pliegos se necesitan “dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto”, tal cual lo establece el inciso 4 del artículo 99 de la Constitución Nacional.
La cuestión es que La Libertad Avanza tiene un bloque muy pequeño en la Cámara alta, que está integrada por 72 representantes de las provincias, con apenas siete legisladores propios. El PRO tiene seis y la UCR cuenta con 13. Otros bloques menores suman 12.
La llave de UP
Por eso el oficialismo necesitará negociar con los senadores que integran el bloque mayoritario de Unión por la Patria, que reúne a 33 senadores para conseguir la aprobación de los dos postulantes.
La candidatura de Lijo fue la que mas ruido generó. Fueron organizaciones de la sociedad civil, en especial, las que objetaron su idoneidad y su eficacia como juez.
Pero el peronismo daría el visto bueno, pese a que fue el juez que estuvo a cargo de la causa Ciccone, por la que el ex vicepresidente Amado Boudou, terminó condenado. Además, recibió apoyos de sus colegas de todo el país.
Con el respaldo del juez Ricardo Lorenzetti, Lijo habría mantenido conversaciones en las últimas semanas con senadores de todos los espacios para lograr los votos necesarios que respalden su postulación.