Algo pasa en la Justicia de Entre Ríos. El mismo día que una jueza ordenó el desalojo de Dolores Etchevehere del campo Casa Nueva, otro juez ordenó la indagatoria de sus hermanos y de su madre en una causa por estafa, desvío de fondos y vaciamiento.
Se trata de una denuncia que Dolores realizó en 2011, en pleno cruce contra su familia de origen porque no le permitían acceder a la herencia que dejó su padre, quien murió dos años antes.
El titular del Juzgado de Transición N° 1, Carlos Ríos, citó a declaración indagatoria al exministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Miguel Etchevehere, a la madre, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, y a los otros dos hermanos, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.
Es evidente que esa investigación tomó nuevo impulso ahora, luego de 9 años, después de que Dolores diera a conocer en forma pública a todo el país todos los delitos de los que acusa a su madre y a sus hermanos.
Las citaciones
Todos eso delitos ya se conocían cuando Luis Miguel fue elegido primero presidente de la Sociedad Rural Argentina y luego ministro de Agricultura del gobierno de Mauricio Macri: entonces una declaración indagatoria se suspendió, justamente por el cargo que ostentaba en el Gobierno.
Luis Miguel Etchevehere tiene cita para el 18 de noviembre, a las 10; sus hermanos Arturo Sebastián, para el 19; Juan Diego, para el 24; y la madre de los tres, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, para el 26 de noviembre “bajo apercibimiento de ley”, según informó el sitio Entre Ríos Ahora.
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También se convocó al empresario santafesino Walter Grenón, dueño de Red Mutual, que tuvo parte de las acciones de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la empresa editora de El Diario. Grenón ingresó a El Diario en 2010, cuando los hermanos Ivar y Arturo Roosvelt Etchevehere venden su parte, un año después de la muerte de Luis Félix Etchevehere, último director del matutino con apellido Etchevehere.
Estafa y vaciamiento
Dolores denunció a sus hermanos y a su madre por estafa y vaciamiento de la empresa que controlaba el El Diario de Entre Rios, al sostener que se quitaron del patrimonio de la empresa varias propiedades que figuraban como parte de la compañía.
El entonces fiscal y hoy juez de juicio Alejandro Joel Cánepa pidió entonces la indagatoria de los Etchevehere antes de que Luis Miguel asumiera su cargo como ministro, pero entonces el juez no concretó el pedido.
La denuncia también incluía el desvío de fondos de un préstamos que el grupo empresario pidió al Banco Itaú y que luego de cobrarlo el dinero no se utilizó como estaba previsto para tareas productivas, sino que se lo repartieron entre los miembros del directorio.
La maniobra
El dictamen dice en forma textual: “Se le atribuye a Leonor María Magdalena Marcial de Etchevehere, Luis Miguel Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Juan Diego Etchevehere, a la primera en su carácter de Presidente, y a los demás en su carácter de directores de la sociedad Las Margaritas S.A., haber solicitado préstamos al Banco Itaú por U$S 250.000 (dólares doscientos cincuenta mil), los que le fueron otorgados en fechas 29/07/2011 (U$S 200.000) y 12/08/2011 (U$S 50.000), bajo los términos de la Comunicación A4851 pto. 2.1.2 del Banco Central de la República Argentina, a tasa subsidiada y con el fin preciso de ser destinados a actividades productivas que, en lugar de ello, fueron distribuidos entre los miembros del Directorio de la firma referida, para fines personales y distintos del solicitado al Banco”.
Otro préstamo
Agrega que “todo ello surge de la certificación contable de fs. 112/113, donde constan los montos registrados en el Libro Diario General del Ejercicio Nº 34 de Las Margaritas S.A., cerrado al 31/12/2011, en las cuentas «Préstamos Banco Itaú» y «Cuentas Particulares Directores», por un monto de $1.066.000. La devolución de tales créditos, por parte de la sociedad al Banco, se pactó en dólares americanos, a una tasa del 8% anual, mientras que – paralelamente – los nombrados devolvían a la sociedad el dinero distribuido, mediante valores a cobrar – cheques de pago diferido -, en pesos argentinos y a una tasa fija anual más beneficiosa, por lo que mientras el valor del dólar subía, al igual que – consecuentemente – el valor de las cuotas a pagar al Banco Itaú, las que debían devolver los Directores y la Presidenta de la sociedad se mantenían incólumes e incluso perdían valor frente a aquella moneda».
Para hacer frente a las pérdidas, «la sociedad debió destinar parte de otro crédito tomado por la misma con el Banco de la Nación Argentina por un monto total de $900.000 otorgado mediante Resolución del Banco de la Nación Argentina del 07/09/2016, y también a tasa subsidiada para afrontar una situación de emergencia agropecuaria para pequeños productores – para saldar las cuotas pendientes de los créditos del Itaú, conforme fuera decidido mediante Acta de Directorio de fecha 01/11/2016”.
Las Margaritas
A nombre de Las Margaritas S.A. se encuentra la estancia Casa Nueva donde ingresó Dolores el 15 de octubre y que se desalojó el jueves último por orden de la jueza Castagno, quien hizo lugar al pedido de los hermanos Etchevehere.
Desde hace diez años, Dolores denuncia que sus hermanos y su madre realizaron diversas maniobras de vaciamiento, lavado de dinero y estafas para retirar propiedades y activos del grupo empresarial.
“De esta forma, en violación a sus deberes, los nombrados obligaron abusivamente a la firma Las Margaritas S.A., que dirigen y administran, ya que ni los créditos del Banco Itaú, ni tampoco el del Banco Nación – antes referidos – fueron destinados a sus fines y destinos específicos y que hacen al objeto social de la misma, sino que fueron desviados hacia otros objetivos, obteniendo de los primeros un lucro personal indebido”, dice el dictamen.
La fiscalía también se refirió al vaciamiento de la empresa editora de El Diario, un hecho que también figuraba en la denuncia hecha por Dolores.
“La operación de vaciamiento significaba no sólo la asunción de un mayor endeudamiento de SAER, sino también la venta a precios muy inferiores a los de mercado de sus bienes, entre ellos, inmuebles de un valor histórico y patrimonial trascendente”, dice el dictamen.
Pase de manos
La maniobra se hizo de la siguiente manera: «por cada escritura se confeccionó un mutuo, emitido por una mutual que hacía de prestamista, y un cheque a nombre de Construcciones del Paraná; esta sociedad endosaba dichos cheques en favor de SAER por la escritura de cada inmueble; luego SAER derivaba los cheques a los acreedores en cancelación de cada uno de los mutuos.
«Es decir, que el dinero volvía a su ´dueño´ – u original prestamista – mientras que los inmuebles cambiaban de titular (de sociedad), que a la postre terminaban siendo las mismas personas físicas que integraban su Directorio”, agrega el fiscal.