El empresario Daniel Bellini, propietario del boliche Pinar de Rocha, fue autorizado por la Justicia a concurrir tres veces por semana a la disco a trabajar, tras haber cumplido la mitad de la condena por el homicidio de su esposa, Lorena Pearson, quien era bailarina en el mismo lugar.
Lorena había dicho a sus compañeros que Bellini, primero su patrón en la disco y luego su esposo, se había convertido en un hombre intolerante y que la amenazaba de muerte, ciego por los celos.
Bellini siempre negó la acusación y sostuvo que Lorena se había suicidado en el vestidor del chalet donde vivían, en la localidad de Ramos Mejía, avenida Rivadavia de por medio, situada frente a la disco más conocida del Oeste del conurbano bonaerense. Minutos antes de morir, Lorena le envió un mensaje a un amigo para decirle que tenía miedo de que Bellini la matara.
La versión de Bellini no fue aceptada por la Justicia y fue condenado a 16 años de prisión en 2011 por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Morón por el crimen de la bailarina.
Al año siguiente, la Sala III de la Cámara de Casación bonaerense confirmó la condena pero redujo la pena a 15 años. En noviembre de 2013, Bellini comenzó a cumplir prisión domiciliaria en su casa de Parque Leloir, pese a la oposición del fiscal Marcelo Varona Quintián.
En esa oportunidad, el empresario había argumentado que padecía Mal de Parkinson y que el Servicio Penitenciario Bonaerense no contaba con los recursos necesarios para su tratamiento.
En abril del 2015, Bellini había solicitado las salidas laborales, pero había sido rechazado en última instancia. Meses después, la Corte Suprema dejó firme la condena a 15 años de prisión contra el empresario.
Morena Pearson, de 23 años, fue hallada agonizando el 21 de marzo de 2008, en el vestidor de la casa que compartía con Bellini. De acuerdo con el fallo, el empresario sintió celos por una situación que se dio en Pinar de Rocha.
Discutieron, Morena dejó el boliche y cruzó la calle hacia su casa, Bellini la siguió y la mató en el vestidor con un arma de fuego. La defensa sostuvo, en cambio, que se trató de un suicidio, una hipótesis que desecharon los jueces del TOC 1 de Morón y los de Casación.
El abogado Pablo Dobantón, representante de la familia Pearson dijo a la prensa que “no hay posibilidad de cuestionar esta medida, ya que la ley lo ampara, debido a que ya cumplió más de la mitad de la condena”.