Los chicos volvieron hoy a clase.

Los alumnos de la escuela Ingeniero Delpini, que alberga a unos 2000 alumnos, volvieron a clases luego de 15 días tras acordar con la Nación medidas de seguridad para los alumnos. El colegio es lindero a la villa 20 y las clases estaban suspendidas desde la muerte de Melina López.

El reinicio de clases fue acordado ayer durante un reunión entre el secretario de Seguridad, Sergio Berni, con padres y docentes del colegio y tras la cual dispuso la colocación de un destacamento móvil de Gendarmería y un sector de monitoreo.

Alicia, docente de la institución, dijo a Télam que «habíamos tenido varias reuniones con el gobierno de la Ciudad pero esta propuesta fue la primera respuesta concreta que tenemos, ya hay un puesto de Gendarmería en la esquina. No dábamos clases porque no podíamos seguir así».

La docente destacó que «el crimen de la alumna López fue el disparador de una situación de inseguridad que venía desde hace años con los alumnos de la escuela. A partir de este lamentable hecho los padres y docentes dijimos basta».

«Estábamos cansados de ver a los chicos llegar al colegio golpeados y lastimados para robarles sus mochilas o sus celulares. Muchos de ellos nos contaban que eran pateados en el piso, de casualidad no murió nadie», dijo la docente.

La docente adelantó que la clase de hoy “será de una profunda reflexión sobre lo que nos pasó. Los alumnos van a tener muchas preguntas que esperamos poder contestarles».

La escuela Técnica N° 13, ubicada en Chilavert al 5400, permanecía sin clases desde hace 14 días en reclamo por seguridad, luego del asesinato de Melina López, alumna del establecimiento.

La seguridad en esa zona de Lugano es responsabilidad del gobierno nacional, ya que la Metropolitana no tiene asignada esa zona. Desde 2011 el gobierno nacional dispuso que esa parte de la ciudad fuera custodiada por la Gendarmería.