| Apertura del año judicial

De que se habló tras el discurso de Lorenzetti

La satisfacción del ministro de Justicia porque no hubo críticas al Gobierno, la sugestiva ausencia de dos jueces federales y un inesperado pedido de licencia.

Pese a tocar temas actuales el discurso de Lorenzetti fue moderado.

Pese a tocar temas actuales el discurso de Lorenzetti fue moderado.

Un discurso en tono moderado incluso al hablar sobre narcotráfico, las habituales quejas por temas sociales y medioambientales y el ya clásico llamado a que los jueces estén de frente de la sociedad le quitaron intensidad al discurso de apertura del año judicial de Ricardo Lorenzetti. La falta de frases estruendosas hizo posible que luego del acto casi todos los presentes (jueces federales del más alto nivel y ministros del gobierno) se dedicaran a charlas secretas y conspiraciones de todo tipo.

El ministro de Justicia, Julio Alak, se retiró del Palacio de Tribunales satisfecho por la ausencia de críticas tanto al Gobierno como a los planes de este para reformar Códigos. El ministro temía algún disparo por la hasta ahora frustrada reforma del Código Civil y Comercial.  En octubre del año pasado mantuvo un encuentro a puertas cerradas con Lorenzetti (días después de la aprobación de la Ley de Medios) y se comprometió a activar en el Congreso la aprobación del nuevo Código que el supremo redacto junto a Elena Highton de Nolasco. Alak mencionó fugazmente este tema postergado: dijo que lo consultó recientemente con Jorge Capitanich y que la respuesta no fue favorable ya que el Gobierno decidió apalancar primero la reforma del Código Penal y que si esta no es avalada por el legislativo difícilmente se giren otros proyectos de semejante envergadura al Congreso para evitar el efecto desgaste de un Gobierno que busca recuperar la iniciativa.

El presidente de la Asociación de Magistrados, Luis Cabral, también se las arregló para captar el interés de un grupo de camaristas y jueces. Llegó con un dato que, de confirmarse, podría cambiar el curso de los acontecimientos: contó que la procuradora general Alejandra Gils Carbó estaría con algunas dificultades de salud lo cual la llevaría en breve a solicitar un pedido de licencia.

La presencia del periodista Horacio Verbisky confirmó lo ciclotímica de su relación con la Corte: ha firmado duros artículos contra el tribunal y sus funcionarios desde Página 12, ha querellado desde el CELS contra figuras de la llamada corporación judicial pero también, es un secreto a voces, suele compartir largas cenas con Lorenzetti en un restaurante del barrio de Palermo.

Hubo una asistencia casi perfecta de los jueces federales de Comodoro Py. Sólo faltaron Norberto Oyarbide y María Servini de Cubría. El segundo caso es el que más llama la atención ya que la “chuchi” es cercana a la Corte y fue Lorenzetti mismo quien intercedió para que su hijo Juan Carlos Cubría lograra un cargo en el Consejo de la Magistratura. La jueza no está de viaje y su ausencia se explicaría a partir de algún ruido que hubo con la Corte por el expediente sobre violaciones a los derechos humanos en la España franquista que la jueza investiga.

Además del regreso de Alejandra Gils Carbó (se había ausentado en la apertura del año judicial de 2013) también retornó la defensora general Stella Maris Martínez. Trajo una novedad que para muchos paso desapercibida: hasta ahora en la Defensoría General es el único lugar de la Justicia donde llegó la fallida reforma judicial que el kirchnerimo impulsó el año pasado ya que allí se instrumentó, hace un mes, el ingreso de empleados  por sorteo.