Darthés tiene un futuro judicial complicado.

Juan Darthés ya tiene sobre su espalda la mayoritaria condena social, aunque todavía haya algunos cavernícolas que lo defienden en las redes sociales, luego de la denuncia por violación que le hizo Thelma Ferdín, cuando estaban de gira por Nicaragua en 2009 y ella sólo tenía 16 años.

Pero además tiene en el horizonte una eventual condena de prisión, muy severa, si llega a prosperar la investigación penal que se inició en el Ministerio Público de Nicaragua, tras la denuncia que la actriz realizó semanas atrás ante la Unidad Especializada de Delitos contra la Violencia de Género.

La Justicia argentina no contempla, en la actualidad, que los delitos entre compatriotas se puedan investigar en la Argentina, aunque se hayan cometido en otro país, cómo fue en este caso. Fardín se presentó ante la fiscal Mariela Labozetta, titular de la fiscalía especializada del Ministerio Público en la Argentina, en el mes de abril, y allí se le explicó que la denuncia la debía hacer en el lugar donde habían ocurrido los hechos, por eso viajó a Nicaragua a denunciar los hechos.

La condena prevista en el Código Penal de Nicaragua para esta clase de delitos es muy severa. El artículo 195 dice textualmente: “Comete delito de violación el que usando la fuerza, la intimidación o cualquier otro medio que prive de voluntad, razón o de sentido a una persona, tenga acceso carnal con ella, o que con propósito sexual le introduzca cualquier órgano, instrumento u objeto. Se presume la falta de consentimiento cuando la víctima sea menor de catorce años o cuando sea mujer casada o en unión de hecho estable, a quien el violador hace creer que es su marido. Pueden ser autores y víctimas de este delito, personas de ambos sexos. La pena del delito de violación será de quince a veinte años de prisión”.

Entonces, si la investigación llega a prosperar, la máxima condena que podría recibir el acto es de hasta 20 años de prisión. Una cuestión clave es el tiempo de prescripción de los delitos. Estos durante cuánto tiempo se puede perseguir a una persona para cumpla una condena por un hecho que es considerado delictivo. La mayor parte de los países centroamericanos tienen códigos procesales y penales muy parecidos. Según explicó una abogada penalista, con actuación en Costa Rica y Guatemala, que antes fue fiscal, los delitos prescriben en Nicaragua a los 10 años, salvo en los casos de delitos de lesa humanidad, que son considerados imprescriptibles.

Thelma Fardín denunció que Juan Darthés la violó cuando tenía 16 años

Thelma Fardín denunció que la violación ocurrió el 17 de mayo de 2009, a eso de las siete de la tarde. O sea que el delito prescribe el 17 de mayo de 2019, en poco menos de seis meses. La misma experta consideró que la prescripción puede interrumpirse sólo con la declaración indagatoria del denunciado. Es decir, que antes de la última fecha citada Darthés debería ser indagado a prestar declaración por la denuncia que le hizo Fardín.

En la Argentina, hace un par de años se modificó la legislación respecto de los abusos de menores de edad. Se consideró el tiempo que transcurre entre que ocurrió el hecho y la víctima lo pudo denunciar. Por eso, la prescripción comienza a regir desde el momento en que se hace la denuncia.

La misma experta consultada consideró que es clave que Fardín tenga un abogado o abogada querellante que impulse la causa, ya que los abogados particulares tienen los mismas atribuciones que la fiscalía. El Ministerio Público tiene una situación complicada en Nicaragua, donde hasta el propio presidente Daniel Ortega fue denunciado dos veces por violación.

En Nicaragua, Fardín fue acompañada el 3 de diciembre a realizar la denuncia por la abogada Wendy Flores, especialista del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). «Ella presentó en su relato lo que sufrió. Ahora le corresponde al Ministerio Público determinar qué elementos de prueba son necesarios. Son ellos quienes coordinan las diligencias con la Policía Nacional», dijo Flores en declaraciones a TN. Por sus palabras, no hay una decisión de impulsar la causa. Y si eso se confirma, es difícil que se llegue a una condena.