| Femicidio

Confirman la prisión preventiva del periodista de La Nación que mató a su pareja

Los camaristas confirmaron el procesamiento de Antonio De Turris por el homicidio de Claudia Servino. Confirmaron que había antecedentes de violencia en la pareja.

Claudia y Antonio vivían juntos desde hace un par de años.

Claudia y Antonio vivían juntos desde hace un par de años.

Por Rafael Saralegui

La resolución tiene fecha del martes 8 de marzo último, en un nuevo aniversario del Día de la Mujer. La Sala I de la Cámara de Garantías de Lomas de Zamora confirmó ese día la prisión preventiva del periodista Antonio De Turris, de 67 años, por el homicidio de su pareja, Claudia Servino, ocurrido en la mañana del 24 de diciembre, en el chalet de él, en la localidad de Banfield, donde ambos convivían desde dos años antes.

Los camaristas Miguel Carlos Navascues, Miguel María Alberdi, Guillermo Rolón resolvieron confirmar y mantener la situación procesal del periodista y docente de la maestría de Periodismo del diario La Nación y titular de un programa en la televisión por cable junto a un columnista del diario Clarín.

Tal como lo había descripto antes la jueza de garantías N°6 de Lomas de Zamora, Laura Nini, De Turris fue el autor de un homicidio agravado por el contexto de violencia de género que existía en la pareja antes del crimen. La autopsia determinó que De Turris mató a su pareja de 79 puñaladas. Los diarios La Nación y Clarín apenas publicaron un par de noticias del tema.

Según los jueces, “a partir de los testimonios que fueron prestados por Mónica de Hernández, Oscar Omar Severino y María Rosa Brindise, a lo que suma los indicios del informe pericial de la autopsia, en el cual se consignó el padecimiento de distintas lesiones por parte de la víctima con anterioridad al hecho que determinó su muerte se encuentra acreditado el contexto de violencia -de todo tipo- que habría ejercido el imputado contra la damnificada en el marco de la relación de pareja que ambos llevaban adelante”.

La defensora oficial había pedido la excarcelación de De Turris o un arresto domiciliario debido a que el periodista sufrió un ACV en octubre del mes pasado como consecuencia de un tumor cerebral que se le descubrió entonces. “Entiende el tribunal que hasta el momento no se han aportado constancias concretas que permitan determinar que Antonio Eduardo de Turris se encuentra atravesando un estado de salud que impida que el mismo continúe detenido”, respondieron los jueces al planteo de la defensa. Y agregaron que “se puede inferir un peligro cierto de fuga que justifica el actual encierro que atraviesa el imputado, a partir de la pena que se espera como resultado del procedimiento”.

Pero De Turris no es un preso común. Se encuentra detenido en una clínica privada: luego de matar a su pareja, se provocó lesiones con el mismo cuchillo en el cuello. Tras haber permanecido internado en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, luego lo trasladaron a la Clínica Bazterrica.

Allí tuvo una entrevista con la psicóloga María Helena Chicato y el médico psiquiatra José Luis Covelli, quienes el 18 de enero, vieron al periodista, pero no pudieron realizar una pericia completa: “atento al cuadro clínico que presenta en la actualidad no ha sido posible implementar el psicodiagnóstico de rigor”.

Los profesionales del Cuerpo Médico Forense dijeron que ese día De Turris se encontraba desmotivado, aunque atento, que estaba al tanto de su situación procesal, pero que se manifestaba preocupado por su estado de salud. No tenía producción alucinatoria. De Turris les dijo que no recordaba cómo había matado a su pareja, aunque sí recordó que en octubre del año había sufrido un accidente cerebro vascular. Estaba orientado espacialmente, aunque presentaba dificultades en la orientación temporal.

De todos modos, los dos profesionales arriesgaron que “al momento del examen, presenta cuadro compatible con un Síndrome Orgánico Cerebral, de acuerdo a la historia clínica se está tipificando lesión ocupante de espacio en cerebro (tumor)” y añaden que “tal afección, por su localización fronto temporal derecha, no pueden descartarse trastornos conductuales”.

Los amigos, la familia y la defensa de De Turris quieren explicar el homicidio como consecuencia del tumor. Pero los testimonios que existen en la causa, muestran que había antecedentes de violencia física y psicológica anteriores al crimen, por lo cual la fiscal y la jueza de garantías lo calificaron como un femicidio. Los camaristas pidieron que se le realice un nuevo estudio médico.