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Complot criminal: hicieron desaparecer a un ingeniero informático que descubrió una estafa

El hecho ocurrió en San Juan, en 2004. Hay ex policías y ex funcionarios acusados.

Diecisiete años más tarde, la fiscalía federal de San Juan, a cargo de Francisco Maldonado, pidió que ocho personas vayan a juicio por la desaparición del ingeniero informático Raúl Tellechea, quien en su momento descubrió una estafa en el lugar donde trabajaba.

La acusación alcanza a los ex integrantes de la cúpula directiva de la mutual de la Universidad Nacional de San Juan, donde Tellechea trabajó durante 10 años, y ex jefes policiales, informó el sitio Fiscales, que depende de la Procuración.

El fiscal acusó a los miembros de la Junta Ejecutiva de la Comisión Directiva de la Mutual: Luis Héctor Moyano (presidente en uso de licencia), Miguel Del Castillo (vocal primero), Eduardo Rubén Oro (secretario) y Luis Alonso (tesorero).

Aunque se encontraba de licencia por haber asumido un cargo como Secretario de Promoción Social en el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social de San Juan, Moyano nunca se desvinculó de la actividad en la mutual. También fueron señalados Miguel González, jefe de la Policía de San Juan, y el jefe de dependencia Roberto León.

Los sueldos

Tellechea comenzó a trabajar en la Asociación Mutual del Personal de la UNSJ en 1994, para encargarse del sistema informático de la entidad y la confección de planillas de liquidación de sueldos.

De acuerdo a la presentación del Ministerio Público Fiscal, el 27 de septiembre de 2004, mientras se encontraba en el departamento de su pareja, recibió un llamado telefónico en su celular de Del Castillo, para citarlo a una reunión esa misma noche en la sede de la mutual con otros miembros de la cúpula directiva.

Esta reunión se llevó a cabo, comenzó alrededor de las 20 y duró dos horas. En vez de asistir a la mutual, la víctima volvió al departamento de su pareja, donde cenó con ella y una de sus hijas, y luego regresó a su domicilio en bicicleta en la madrugada, en lo que fue la última vez que fue visto con vida por alguien de su entorno.

La desaparición

Durante la mañana no se comunicó con nadie ni asistió a sus lugares de trabajo. En su departamento se encontraron todas sus pertenencias incluidas su bicicleta, su documento nacional de identidad, medicación de consumo diario indispensable -era insulino dependiente-, su billetera, anteojos de lectura, teléfono celular y toda su ropa. La vivienda estaba, en general, en el mismo estado del día anterior, e incluso se encontraba cerrada con llave.

Luego de que su desaparición tomase conocimiento público, los integrantes de la Junta de la Mutual aseguraron haber mantenido una reunión con él en la que le informaron que habían detectado irregularidades en una cuenta bancaria de titularidad de la Asociación y que poseían documentación que acreditaba que él era el responsable.

De acuerdo a esta versión, le dijeron que pondrían esa información en conocimiento de la Comisión Directiva a efectos de que ese órgano decidiera hacer o no la correspondiente denuncia penal en su contra.

Dos días después de que la familia de Tellechea denunciase su desaparición a la policía provincial, por entonces bajo la órbita de Miguel González, Del Castillo formuló una denuncia penal por estafa y adulteración de documentos contra la víctima.

Sin embargo, para el fiscal Maldonado, quien habría detectado estas irregularidades habría sido el propio Tellechea, con las que no estaba de acuerdo y motivo por el que se encontraba incómodo con los directivos de la mutual.

El secuestro

De acuerdo a la hipótesis del Ministerio Público Fiscal, en la madrugada del 28, las entonces autoridades decidieron secuestrar al ingeniero con los servicios del expolicía Alberto “Lali” Flores, calificado como Maldonado como el último recurso «para evitar que Tellechea ejerciera su poder de incriminación pública contra los exdirectivos».

El fiscal también se refirió a las maniobras para ocultar el destino final de la víctima y desviar la investigación con el aporte de los expolicías González y Roberto León y el arrepentido Sebastián Cortez Páez. También se acusó Aurora Ahumada, empleada de la mutual, y el ex secretario del Consejo de la UNSJ, Juan Marcelo Cachi.

El fiscal destacó el papel de la policía que comandaba González y el rol de funcionarios públicos que ostentaban al momento de los hechos Moyano y Oro como Secretario de Promoción Social y presidente de la Mutual, respectivamente.

Falsa denuncia

Ambos además contaban con un estrecho contacto con el expolicía “Lali” Flores, que habría realizado tareas clandestinas de espionaje y amenazas. De acuerdo al requerimiento de Maldonado, Flores no solo participó del secuestro de Tellechea, sino que además presionó y amenazó a testigos con el fin de presentar a la víctima como un prófugo de la justicia.

El fiscal acusó además a Moyano, Del Castillo, Oro y Alonso de firmar una denuncia falsa con el único fin de desviar la investigación, según la cual Tellechea se fugó de la provincia para evitar una condena.

Al respecto, el representante del MPF mencionó una escucha telefónica en la que uno de los policías acusados contaba a su esposa que, en una reunión con Moyano, le hicieron saber que Del Castillo quería hablar con él para unificar las declaraciones ante las justicia de los empleados que trabajaban en la mutual, lo que probaría la operación en el ocultamiento de Tellechea.

Respecto a la importancia del testimonio de Cortez Páez, Maldonado remarcó que el testigo arrepentido se reunió con un hijo de Tellechea.

En ese encuentro, aseguró tener detalles del lugar de secuestro y cautiverio del padre, como también de su posterior muerte, dado que afirmó haberlo cuidado en un departamento del Barrio San Martín. Incluso dio indicaciones de un lugar donde se hallaría enterrado el cuerpo, en el Dique de Ullum, junto con un croquis hecho a mano, aunque una posterior excavación dio resultado negativo.