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Cómo es la Red Nacional de Laboratorios de Ciencias Forenses, el sistema que agilizará a la Justicia argentina

Alak y Falbo estuvieron en la inauguración del laboratorio de Córdoba.

Alak y Falbo estuvieron en la inauguración del laboratorio de Córdoba.

Por Javier Sinay.

Las ciencias forenses se multiplican en el interior del país con 29 laboratorios financiados por el Estado nacional, que con una inversión de 83 millones de pesos impulsó las áreas investigativas de todas las regiones, sumando la Región Patagonia Sur, con sede en Río Gallegos. Esta es la segunda etapa de un programa que ya había destinado otros 15 millones de pesos en la creación de laboratorios con tecnología de punta.

Así lo anunció el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, que inauguró en la ciudad de Córdoba el laboratorio que completó la primera Red Nacional de Laboratorios de Ciencias Forenses. Con ese nombre se puso en marcha un sistema que aporta a los poderes judiciales provinciales herramientas de última generación para darle eficiencia, autonomía y celeridad a la investigación criminal. “Por primera vez en la historia nacional, los jueces y fiscales del país tienen, en su propia organización, la posibilidad de ordenar peritajes sin depender de otros organismos públicos o de laboratorios privados, lo que representa un altísimo nivel de descentralización en la investigación criminal”, dijo Alak. En el encuentro estuvieron, además, los procuradores generales de Buenos Aires, María del Carmen Falbo; de La Pampa, Mario Bongianino; de Salta, Pablo Viñals; de Córdoba, María Cáceres; de Santa Fe, Agustín Basso, y de San Luis, Fernando Estrada. Y los fiscales generales de Córdoba, Darío Betsaro; de Corrientes, Pedro Sotelo; de Jujuy, Alejandro Ficoseco; de Santiago del Estero, Luis de la Rúa; de Entre Ríos, Jorge García; de Catamarca, Enrique Lilljebal; de Formosa, Claudio Aguirre; de La Rioja, Hugo Montivero, y de Misiones, Miguel Piñero.

“Esta iniciativa está muy bien”, considera ante Crimen y Razón el criminólogo Raúl Torre, profesor de criminalística en varias escuelas de policía, ex miembro de la policía bonaerense y conductor del recordado programa de televisión “Forenses. Cuerpos que hablan”. “Es una inversión en tecnología y en profesionales. Además me parece adecuada la organización regional. Hacerlo de manera provincial sería un poco faraónico y es verdad, también, que la litigiosidad de algunas provincias no es tan alta”.

La Red se integra con siete laboratorios centrales de alta complejidad como cabeceras de las regiones Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro, Patagonia Norte y Patagonia Sur; 17 laboratorios satelitales y cinco institutos especializados en la provincia de Buenos Aires. Esa organización permite que los jueces y fiscales puedan, en su propia jurisdicción, ordenar peritajes sin recurrir a Buenos Aires o depender de las fuerzas de seguridad o laboratorios privados; y desarrollar sus investigaciones con la mayor celeridad, eficiencia y autonomía.

En marzo de 2011, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había inaugurado el Instituto de Ciencias Forenses para el Noroeste argentino, situado en Salta. El Instituto brinda servicios con su moderna aparatología (microcomparador balístico, microcomparador biológico, microscopios ópticos, cromatografía líquida –HPLC-, cromatografía gaseosa -CG Masa y CG Feed-, espectrofotómetros -FTIR y UV-Visible-, estereomicroscopio con cámara y procesamiento de imágenes, microcentrífuga, procesador automático de tejidos, micrótomo y equipamiento auxiliar de laboratorio) también a las provincias de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja. “Este plan responde a la necesidad de dotar de mayor celeridad a las pericias penales”, dijo Alak.

“Hasta la inauguración de estos laboratorios, en las provincias ha faltado de todo, pero siempre se ha suplido desde Buenos Aires”, dice el criminalista Torre. “Cuando hay que hacer análisis de ADN, de fotometría, de microscopia electrónica o de lo que sea, se manda a Buenos Aires. La policía bonaerense tiene uno de los mejores laboratorios de Latinoamérica y fabrica sus propios reactivos, con los que abastece a otras provincias. De esa manera se han reducido muchísimo los gastos”.

Por otro lado, el fiscal general de San Juan, Eduardo Quatropani, que preside el Consejo Federal de Política Criminal, se refirió a la Red como “el más significativo aporte del gobierno federal a la administración de justicia en todas las provincias argentinas, porque garantiza la eficiencia científica, las cadenas de custodia de las pruebas, la celeridad de los procedimientos y la independencia respecto de las fuerzas de seguridad y las instituciones privadas”.

La Red tiene por nodos al Laboratorio Forense del NOA, con sede en Salta y subsede en Jujuy, que brinda asistencia a Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja; al Laboratorio Regional del Región NEA, en Resistencia, para Chaco, Misiones, Corrientes y Formosa; al Laboratorio Forense de Patagonia Norte, con sede en Bariloche y subsedes en Cipolletti y Comodoro Rivadavia, que prestan asistencia a las provincias de Río Negro, Neuquén, La Pampa y Chubut; al Laboratorio Regional para Región Patagonia Sur, que asiste a la justicia de Santa Cruz y Tierra del Fuego; al Laboratorio Regional de Cuyo, para Mendoza, San Juan y San Luis; al Laboratorio Central de la Región Centro, Córdoba, que asiste a Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos; y cinco institutos de investigación criminal y ciencias forenses (en Vicente López, Junín, Lomas de Zamora, Mercedes y Mar del Plata).

Todos ellos realizan estudios de muestras biológicas de sangre, semen, saliva y tejido óseo, estudios de filiación y parentesco, análisis toxicológicos ambientales en agua, suelo y desechos industriales, pruebas de balística, determinación de sustancias tóxicas en víctimas vivas y post mortem, identificación de evidencias biológicas en hechos criminales, identificación antropológica de restos humanos, análisis de ADN automatizados y de alta confiabilidad, e identificación de víctimas en desastres colectivos.


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