Lo que era una amenaza se convirtió en la peor crisis política del oficialismo. La diputada y una de las fundadores de la alianza Cambiemos Elisa Carrió junto con sus compañeros de bancada de la Coalición Cívica formalizaron este martes el pedido de juicio político contra el Ministro de Justicia Germán Garavano.
El texto del proyecto de resolución resuelve: «promover juicio político contra el Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, por mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con lo que dispone el artículo 53 y concordantes de la Constitución Nacional».
El pedido que no prosperará porque no contará con los apoyos de sus socios ni de la oposición, es un si mismo un hecho de alto voltaje político, porque acusa a Garavano de ser un operador al servicio de Daniel Angelicia, el presidente de Boca amigo de Mauricio Macri.
Lo acusa de digitar nombramientos de jueces en el fuero en lo contencioso administrativo, de interevenir el en juicio sobre irregularidades en en la investigación del atentado contra la AMIA para favorecer a los acusados ex fiscales y de designar a la ex procuradora María del Carmen Falbo como asesora.
Entre los fundamentos, el texto destaca que el juicio político «no es por dichos sino por hechos» y menciona los principios fundantes de Cambiemos para decir que Garavano «no ha hecho más que actuar en contra de esos principios rectores, que son sin dudas, los que deben guiar sus actos como titular de la cartera de justicia».
Además, expresa que las declaraciones del funcionario sobre la expresidenta Cristina de Kirchner cuando dijo que «nunca es bueno para un país que un expresidente esté detenido o se pida su detención» significaron una «grave intromisión en las competencias de la Justicia y del Congreso Nacional». «En el mejor de los casos, el Ministro dejó de lado su rol político y su responsabilidad como funcionario representante del Poder Ejecutivo en materia de Justicia, para realizar manifestaciones absolutamente inoportunas e impropias de su función», continúa.
También el texto de los fundamentos hace referencia a la causa de encubrimiento del atentado a la AMIA, en la que según dice: «se encuentra acusado el expresidente Carlos Menem y en la cual el Ministro no tuvo pudor en intervenir; en una abierta defensa de los exfiscales de la causa del atentado, llegando incluso a dictar actos administrativos para intentar beneficiar la situación procesal de los mismos».
Por otra parte, y en la presentación, la Coalición Cívica consideró que Garavano habría dado una «orden expresa y formal» a la Unidad Fiscal AMIA para pedir la absolución de los exfiscales Eamon Müllen y José Barbaccia en el juicio de encubrimiento y desvío de las investigaciones del atentado a la mutual judía.
En ese marco, la CC advirtió sobre la «sospechosa» protección a Barbaccia por haber sido compañero de juzgado del ministro en los ’90 y porque la esposa del ex fiscal, Silvina Rivarola O’Connor, es funcionaria de la cartera de Justicia, donde se desempeña como directora de Coordinación y representante ante organismos internacionales de la Unidad de Información Financiera (UIF).
El escrito hace referencia también a la vinculación del abogado que hizo la presentación en favor de los ex fiscales, José Console, secretario del Tribunal de Disciplina de Boca Juniors, con el presidente de ese club, Daniel Angelici, a quien Carrió criticó en varias oportunidades por sus supuestas influencias en el Poder Judicial.
En otro párrafo de la presentación, la CC señaló además que el ministro «decidió obviar la gravedad de las acusaciones que pesan sobre la exprocuradora» de la provincia de Buenos Aires, María del Carmen Falbo, al otorgarle el cargo ad honorem de coordinadora del Consejo Consultivo del Programa Nacional de Criminalística.
De la actuación de Falbo en los últimos gobiernos bonaerenses del PJ, la CC cuestiona su desempeño en la investigación del crimen de dos ciudadanos colombianos en el shopping de Unicenter, así como en el esclarecimiento de la triple fuga de presos ligados al tráfico de efedrina, al que Carrió vincula con el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.