Ricardo Lorenzetti está dando a conocer el perfil que desea para la Corte Suprema en este año de baja densidad política: fallos livianos y la menor cantidad de conflictos posibles, norte que pretende alcanzar a partir de una agenda de viajes internacionales que servirán como vía de escape para la vorágine diaria del Palacio.
Pero aunque esa es su intención, la tranquilidad que anhela aún está lejos de ser alcanzada. La integración de la Corte es motivo de estrés para el santafecino. A la delicada situación de Enrique Petracchi (no pide licencia pero hace semanas que no aparece por la Corte debido a problemas de salud) se suma ahora un trascendido que dice que Carmen Argibay dejará la Corte en diciembre también para concentrarse en su salud. Cumple 75 años en breve y ya comenzó sus trámites jubilatorios.
Argibay fue propuesta por Néstor Kirchner para integrar la Corte Suprema de Justicia, cuando encaró la reforma del máximo tribunal, al cual se integró después de haber trabajado en el ámbito internacional. En varios fallos dio muestras de su independencia respecto del Gobierno.
Pero mientras esas cuestiones no son de una urgencia inmediata, hay otras que inquietan ahora al titular del máximo tribunal. En el acuerdo de hoy al mediodía la Corte exhortó al Consejo de la Magistratura a que resuelva de una vez por todas el alquiler de un edificio para instalar allí a la nueva Cámara de Casación Penal ordinaria. Esto debe suceder lo más rápido posible para que Lorenzetti logre esquivar un potencial frente con la jueza de Justicia Legítima María Laura Garrigós de Rébori, que integra la lista de los magistrados que conformarán la nueva instancia.
Se comenta en la Corte que esta jueza lo llama todos los días a Lorenzetti para pedirle de agilizar el trámite y hasta le pidió que le tome juramento a pesar de que, actualmente, no tendría un despacho desde el cual ejercer el nuevo cargo.
Garrigós de Rébori tiene un interés que va más allá del ascenso y es que no tolera a sus compañeros en la Cámara del Crimen. Luis Bunge Campos, que es con quien más coincidencia ideológica tiene la define como “una señora de barrio” y no para de recordar que en 2008 ella era profundamente antikirchnerista.
El presidente del máximo tribunal, tiene una agenda de viajes que lo tendrá fuera del país durante muchas jornadas este año. Recientemente Lorenzetti estuvo en la India, la semana que viene viaja a Chile y en dos meses viajará a España. Lo que sea con tal de estar lejos.
Por algo en su última ausencia desde la Corte partieron dos mensajes muy claros sobre lo que allí se piensa sobre la reforma del Código Penal que impulsa Raúl Zaffaroni. Un fallo confirmó una cadena perpetua mientras que otro avaló la figura penal de la reincidencia.