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Campagnoli apela su suspensión ante un juez designado por Cristina

El fiscal fue suspendido la semana pasada.

El fiscal fue suspendido la semana pasada.

El reclamo del fiscal José María Campagnoli para que quede sin efecto su suspensión en el fuero contencioso administrativo federal es al mismo tiempo, una oportunidad para conocer la actualidad de la relación del Gobierno con sus principales operadores judiciales.

No habrá que esperar demasiado: el juez de primera instancia Pablo Cayssials se pronunciará antes del viernes sobre el pedido de amparo que formuló el fiscal que investigó al empresario Lázaro Baez.

El hecho de que la presentación que escribió el radical Ricardo Gil Lavedra haya recaído en el juzgado de Cayssials no es menor.  Su nombramiento fue apadrinado desde la Casa Rosada mediante una maniobra peculiar.

A fines del 2009 se desarrolló el concurso 176 para el Juzgado Federal  Civil y Comercial N° 4. Para dicho lugar el Consejo de la Magistratura había elevado una terna que llevaba como primera opción a la secretaria Adriana Delucchi. Cayssials estaba ternado para ese concurso y para el 178, correspondiente al juzgado que actualmente ocupa. Como tenía dos candidaturas el ente que selecciona a los jueces envió un cuarto postulante – el abogado Alberto Recondo- en calidad de “lista complementaria”.

Ante dicho escenario Cristina Kirchner mató dos pájaros de un tiro: nombró juez a Recondo y en paralelo envió el pliego de Cayssials al Senado sin importarle demasiado el hecho de que, por ley, debería haber esperado a que la comisión de Acuerdos aceptara a al letrado como candidato y Cayssials renunciara al concurso 176.

En agosto del año 2010 Verónica Koledesky declaró ante el juez federal Claudio Bonadío y dijo que su ex marido, el juez del fuero contencioso José Luis López Castiñeira, digitaba los concursos para designar jueces. Koledesky señaló a Cayssials como uno de los beneficiarios de esa maniobra que, como en tantas otras, tiene por protagonista a Javier Fernández, integrante de la Auditoría General de la Nación y operador judicial que por estos días no pasa un buen momento con el kirchnerismo.

Cayssial conoce muy bien a Sergio, el hermano de Javier, camarista de su fuero. Fernández, cuyo principal terreno de operaciones es el fuero contencioso,  rompió con el Gobierno a partir de la reforma judicial. Desde ese fuero partieron múltiples cautelares contra las leyes que votó el Congreso.

Antes habían anulado todas las multas de Guillermo Moreno a las consultoras que medían la inflación y, hace solo algunas semanas, le ordenaron a la jefatura de gabinete que le otorgue pauta publicitaria a la productora de Luis Majul.

El caso de Campagnoli ahora es una ocasión para medir el estado de situación de una relación cambiante y que tiene a  la procuradora general Alejandra Gils Carbó en el eje de la disputada. Y Fernández detesta a Gils Carbó así como tampoco aprecia a Carlos Zaninni. Peleas que lo han llevado cada vez más cerca del massismo y más lejos de sus viejos socios.


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