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Buscan rastros de ADN del asesino de la diseñadora de San Telmo

Los investigadores del crimen de Celina Bergantiños, la diseñadora de interiores hallada asesinada en su departamento de San Telmo, mandaron a analizar las uñas de la víctima y un cordón encontrado en la escena del crimen, en busca del ADN del asesino.

La fiscal a cargo de la causa, María Paula Asaro, ordenó tras la operación de autopsia que el Cuerpo Médico Forense envíe a laboratorio las uñas de la víctima ante la posibilidad de encontrar el perfil genético del autor del crimen, en caso de que la víctima haya llegado a rasguñarlo, informó la agencia Télam.

Los investigadores creen que la víctima podría conocer al homicida.

Los investigadores creen que la víctima podría conocer al homicida.

También fue enviado a peritar el cordón de un buzo hallado cerca de la víctima y que, según la presunción de los investigadores, fue usado por el asesino para iniciar las maniobras de estrangulamiento.

«Creemos que empezaron a estrangularla con ese cordón, pero la víctima se debe haber resistido y el asesino terminó el trabajo con sus propias manos», dijo a la agencia Télam uno de los investigadores.

El homicida pisó a la víctima y le dejó grabada en el pecho la impronta de parte de la suela de una zapatilla, aunque las fuentes aclararon que sólo se trata de una marca sobre la piel.

La fiscal Asaro continuaba por estas horas tomando declaraciones testimoniales a los allegados a la víctima, para conocer sus actividades, sus conocidos y su entorno, ya que una de las principales hipótesis es que el asesino conocía a Bergantiños.

El crimen fue descubierto el sábado a media mañana cuando el padre de la joven diseñadora de interiores de 29 años que trabajaba en el shopping «Buenos Aires Design» de Recoleta, se acercó hasta el PH de la calle Bolívar 743, porque su hija no contestaba llamados ni mensajes.

En paralelo, un vecino del lugar que se encontraba podando unas ramas trepado a una escalera, llegó a ver el cuerpo ensangrentado de la joven por una ventana, lo que provocó que se cayera por el susto y alertara a los vecinos.

Cuando la policía entró a la vivienda, halló a Bergantiños asesinada en el piso del living y notaron un fuerte olor a gas porque el asesino dejó abiertas las llaves de las hornallas de la cocina.

La víctima, quien vivía sola y alquilaba hace seis o siete meses el departamento ubicado en un primer piso del fondo del PH, presentaba varias lesiones cortantes en el cuello, por lo que en un principio se pensó que había muerto degollada.

Sin embargo, la autopsia determinó que la causa de la muerte fue una asfixia, que la víctima tenía signos de estrangulamiento manual, que los cortes en el cuello fueron superficiales y que el crimen se había cometido el día anterior.

Los investigadores también determinaron que el autor del homicidio revolvió el placar y robó unos ahorros en euros y dólares que la víctima allí guardaba, además de una notebook.

Testigos declararon que Bergantiños estaba preocupada porque hacía unos días había notado que le faltaban pequeñas sumas de dinero de su casa, por lo que había cambiado la cerradura de la puerta.

La policía determinó que ninguno de los accesos -ni la puerta de calle, ni la del departamento-, estaban violentadas, por lo que se cree que el asesino tenía llave, era conocido de la víctima o logró ingresar a la casa con algún engaño.


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