Las peripecias de Gustavo Arribas, el cuestionado jefe de la AFI, en la justicia brasileña están empantanando la relación entre Mauricio Macri y su par Jair Bolsonaro, unidos hasta ahora por la misma matriz ideológica.
Una tensión que se genera por una acusación de la policía federal del país vecino que señala a Arribas por cobrar sobornos por 850 mil dólares en una causa que se desprende del Lava Jato.
El eje del caso es el Consorcio Soma, proveedor de servicios de limpieza en São Paulo desde 2011. Según el delegado de la Policía Federal, Victor Hugo Rodrigues Alves Ferreira, Soma «entraba en contacto con las empresas utilizadas como fachada para emitir notas fiscales simulando la venta de mercancías para el consorcio. Después de la emisión de los recibos, el Soma transfería el dinero a las cuentas de las empresas».
En el curso de las investigaciones, se detectó una única remesa de valores para el exterior por valor de 850 mil dólares. «Este dinero salió de Brasil, pasó por una cuenta en Hong Kong y se detuvo en Argentina», en una cuenta que, de acuerdo a la PF, estaría vinculada a Arribas, según la acusación.
Para entender cómo es la cuestión. Alves Ferreira es un protegido absoluto de Sergio Moro, juez estrella que encarceló a Lula Da Silva y que ahora funge como ministro de Justicia con Bolsonaro.
Según Rodriguez Alves Ferreira, hubo una única remesa de valores para el exterior por valor de 850 mil dólares, que salió de Brasil, que pasó por Hong Kong y que se detuvo en Argentina, en una cuenta vinculada a Arribas. Además, la Policía Federal aseguró que los responsables de la operación fueron Alberto Youssef y el empresario Leonardo Meirelles, delatores de la Lava Jato. Este último es quien había delatado a Arribas con anterioridad.
Arribas consiguió en su momento que el juez Rodolfo Canicoba Corral le dictara el sobreseimiento luego de haber sido acusado de haber cobrado retornos por el cambista Meirelles. El jefe de los espías dijo entonces que el dinero era producto de la venta de un departamento. Cuando se conoció la nueva imputación Arribas sostuvo en un comunicado que era falsa y que había querellado a Meirelles ante el juez Claudio Bonadio.
El Gobierno argentino está intentando cierta maniobra a través de los contactos de Fulvio Pompeo, que es el canciller personal de Macri, pero esto no estaría funcionando, dicen fuentes del caso. Moro tiene fuerte ascendencia en el gabinete de Bolsonaro que la prensa carioca sólo compara con el poderoso ministro de Economía Paulo Guedes.
Arribas es intocable para Macri. No solo lo considera su amigo personal, sino que nunca aceptará removerlo. Los entornistas de Olivos cuentan que sobre el affaire D´ Alessio el Presidente ya dijo varias veces: «Con la turca (por Silvia Majdalani, número 2 de la AFI) hagan lo que quieran pero el negro (como le dice a Arribas), no se mueve de donde está».
La aseveración cuenta con más valor hoy que Arribas y Majdalani deben presentarse en el Congreso ante la comisión de seguimiento de los organismos de inteligencia que comanda el radical Juan Carlos Marino.
La citación no puede ser más oportuna luego de que el exagente de de la AFI Rolando Barreiro le dijera al juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla que todas las operaciones que llevaba adelante la banda encabezada por D´Alessio tenía el visto bueno de la número dos de la AFI.