| Investigación

Arrestan a cinco policías por la muerte de Daiana Abregú en la comisaría de Laprida

Fue después de que la segunda autopsia determinó que murió por asfixia.

Por Rafael Saralegui

Cinco policías de la comisaría de Laprida, un pequeño pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, quedaron detenidos por la muerte de una joven de 26 años en la seccional local, acusados de homicidio agravado, con lo cual se descartó por completo la versión que habían dado los agentes sobre un supuesto suicidio en el calabozo con las mangas de su campera.

Daiana Abregú tenía 26 años cuando el domingo 5 de junio la arrestaron, supuestamente porque estaba haciendo disturbios en las despobladas calles de Laprida. Horas más tarde los agentes que estaban a cargo de custodia le dijeron a la familia que había muerto.

En las últimas horas del domingo, los cinco policías que estaban de servicio cuando se produjo la muerte de la muchacha quedaron detenidos por el crimen, según informó un grupo de medios alternativos que realizaron una cobertura especial del caso.

En la noche de este domingo el grupo de investigación que integran los medios Perycia, Cítrica y La Vaca, informaron que los cinco efectivos fueron presos y que el martes lo indagará el fiscal del caso, Ignacio Calonje.

Los arrestos

Los arrestos estuvieron a cargo de efectivos de la Policía Federal Agentina (PFA), quienes actuaron por orden del Juzgado de Garantías 1 de Olavarría, que dispuso recaratular el expediente inicialmente investigado como “averiguación de causales de muerte” a “homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por tratarse de miembros de la fuerza de seguridad policial en abuso de sus funciones”.

El arresto de los agentes fue pedido en primer lugar por el abogado Sergio Roldán, quien actúa en la causa en representación de la familia de la joven, y luego se sumó el fiscal Calonje.

Se trata de los policías Vanesa  Nuñez, Leandro Fuhr, Pamela Di Bin, Adrián Nuñez y Juliana Zelaya quienes deberán responder por el delito de homicidio agravado, luego de que la segunda autopsia que se realizó al cuerpo de Daina, estableció que lo había signos de ahorcamiento como dijeron los policías.

“El informe preliminar de la reautopsia del cuerpo de Daiana concluyó: «examinado el cuello, no se observó surco de ahorcadura», además se afirma que «no se constataron lesiones en músculos del cuello… no se constataron alteraciones en laringe. Hueso hioides indemne». La joven murió  por un «síndrome general asfíctico»;”, informó hace apenas unos días la Comisión Provincial por la Memoria.

No se ahorcó

El organismo se presentó como querellante en la causa, ya que una de sus funciones es la prevención de la tortura y las violaciones a los derechos humanos en los casos que intervienen las fuerzas de seguridad.

La reautopsia se realizó siguiendo el protocolo de Minnesota, en la Asesoría Pericial de La Plata, y con un cuerpo de peritos todos médicos forenses: Maria Andrea Noms, Ruben Neme y Claudia Becerra. También con la participación del perito de parte de la CPM, Mariano Salgado.  

Este protocolo establece paso a paso cómo se debe realizar una autopsia en los casos de sospecha de que la muerte fue a manos de efectivos policiales y como se deben realizar los registros a través de filmaciones y fotografías.

Pese a las acusaciones de la familia de Daiana sobre la responsabilidad de la policía en la muerte de la joven, el fiscal Calonje era remiso a llamar a indagatoria a los agentes bajo sospecha.

De todos modos, cuando Calonje habló con los periodistas de los medios citados reveló que los primeros exámenes toxicológicos del cuerpo de la muchacha respecto a drogas y a alcohol “dieron negativo”, contrariando la versión policial de que Daiana fue detenida en un “estado alcoholizado”.

La versión que circuló en el pueblo fue que a Daiana la asfixiaron con una bolsa de plástico en la cabeza. De hecho, así se lo contó la hija de uno de los médicos que trabaja en el hospital local, a sus compañeras de escuela, en un audio de whatsapp.