En abril del año pasado cuando Natacha Jaitt irrumpió en el programa de Mirtha Legrand con declaraciones explosivas sobre abusos de menores en el club Independiente, en varias ocasiones reitero que ella hacía labores de inteligencia para «alguien» que la había contratado.
Este es uno de los elementos de mayor tensión que rodean su muerte, ocurrida el fin de semana pasado. El pasado martes el animador Baby Etchecopar contó en Radio 10 que hace dos años Jaitt le había iniciado una querella por daños porque Etchecopar había llamado a autoridades del Banco Macro para quejarse de la cantidad de avisos que la entidad colocaba en diversas producciones de Jaitt, que solía atacar al animador radial. Esta semana Etchecopar dijo que los directivos del Macro habían negado su relación con Natacha.
Lo cierto es que en el Banco Macro se cuentan muchas historias de vedette. Quienes trabajan en el headquarter de la city porteña aseguran haberla visto en alguna ocasión aparecer en el ascensor de directivos al cual solo se accede con una clave.
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Dicen allí, que Jaitt habría sido acercada a Jorge Brito a través de José Luis Rodríguez Pagano, histórico ladero de Daniel Haddad en los medios y de buenos contactos en la ex SIDE que suele ocuparse de ciertos asuntos de este grupo económico. Para Britto tampoco era algo atípico porque Jaitt también habría realizado funciones de espionaje para su amigo banquero Raúl Monetta.
CyR reveló que tras el programa el abogado Fernando Burlando se había acercado a algunas de las personalidades atacadas por Jaitt para convencerlas de hacer una demanda contra Mirtha Legrand. Allí en esos encuentros el abogado ligaba fuertemente a Jaitt con la SIDE de Jaime Stiusso.
Los conocedores de la causa de los abusos en Independiente cuentan que en realidad Natacha se involucró de lleno en ese caso por pedido del hijo de Brito, Jorge Brito junior, directivo de River Plate, muy ligado al fútbol y que tiene un gran amigo con el hijo en el club de los Moyano que habría vivido una situación traumática. Ese fue el disparador de la pesquisa y así lo explicó Natacha a algunos funcionarios judiciales que ella creía confiables.
Toda esta zaga de conexiones explicaría la desesperación por el teléfono de Jaitt que evidenciaron algunos presentes en la pasada madrugada del domingo, en el salón Xanadú, donde se produjo la muerte de la modelo, que aún se investiga.
De hecho, Raúl Velaztiqui Duarte, el hombre que la acompañó hasta allí, queda detenido en cierta medida porque se contradijo sobre lo que él hizo con el celular de Jaitt. Los fiscales de la UFI de Tigre sospechan que Velaztiqui intentó obtener información del celular.