Por Ignacio Ramírez.
A dos años del crimen de Candela Sol Rodríguez, la investigación no tiene detenidos, imputados o sospechosos. El crimen sigue impune hasta el momento. Hubo un durísimo informe elaborado por legisladores provinciales que responsabilizó a la Policía Bonaerense de haber desviado en forma adrede la investigació, pero es probable que todo lo dicho en ese informe también caiga en saco roto.
Carola Labrador, la mamá de Candela, dijo que el informe de la Comisión especial del Senado de la provincia era en realidad una “movida política”. Lo concreto es que la investigación de la Comisión Candela dio detalles y apuntó directo a los negocios de la Policía Bonaerense; sus vínculos con los narcotraficantes. Con nombre y apellido, el informe dio una lista de las cabezas que debería rodar. Pero el Ministerio Justicia y Seguridad de la provincia, encabezado porRicardo Casal, sigue empeñado en mirar para otro lado.
La cuenta del caso tiene: perejiles, narcopolicias, secuestros no convencionales, guerra narco, fiscales ineptos, pruebas plantadas, armado causa= caso Candela.
Siete de los nueve miembros de la Comisión Especial de Acompañamiento para el Esclarecimiento del Crimen de Candela Sol Rodríguez aprobaron el duro informe. Algunos de sus reclamos concretos: se pidieron cuatro denuncias y pedido formal de Jury, dos denuncias por incumplimiento deberes de funcionario público, siete pedidos de separación del cargo y exonerar al jefe de la policía Hugo Matzkin, a su antecesor Juan Carlos Paggi y otros seis altos cargos de la policía científica y distrital y 37 pedidos de separación del cargo e iniciar Investigaciones Sumarias Administrativas.
A dos años del crimen nada cambió. Ningún policía fue separado, sancionado ni exonerado. Todos siguen trabajando.
La contraofensiva del Ministerio fue una movida conjunta entre la madre de la víctima y allegados al ministro Casal. Carola presentó un escrito en el que pide que la Justicia Penal de La Plata investigue la legalidad del Informe Candela. Otra manera de seguir embarrando la cancha.
Claro está que la conclusión la Comisión elaboró un informe en el que afirmaba que el asesinato de Candela estaba vinculado con el narcotráfico y la mafia policial. Sin contar, que fue muy crítico con las tareas de investigación de la Policía Bonaerense, y del propio ministro de Seguridad Ricardo Casal y de los jefes policiales Hugo Matzkin y Juan Carlos Paggi.
Fuentes del Ministerio de Seguridad en voz baja indican que todo quedara en la nada. “Ni el informe del Senado avanzará ni la causa contra los miembros de la Cámara alta. Todo quedara en la nada”. Mientras tanto en la Justicia, la causa de 18.600 fojas distribuidas en 103 cuerpos, con 2000 hipótesis y 55 testimonios aportaron datos a la Comisión esta estancada. Sin avances claros, ni movimiento.
Las paradojas de la política dan cuenta de que pese a que hay elementos contundentes para poder avanzar contra la maldita policía; todo sigue igual; nada cambió. A dos años del caso que conmovió a todo el país, el ministro Casal dará una conferencia hoy en Lomas sobre los NarcoPalomas: una organización delictiva que distribuían la droga en palomas mensajeras.
Lo que no hay dudas es que la influencia de los narco policías que actúan en el territorio bonaerense precipitaron el asesinato. La prolongación del secuestro ponía en riesgo el verdadero negocio, el mercado delictual del narcotráfico. La muerte de Candela se explica como una mala praxis periodística funcional a la mafia policial. Parecería que todo apunta a un solo sentido: la impunidad.