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Arrancó el juicio contra CFK: el Gobierno no tuvo la foto esperada

Arrancó la lectura del requerimiento a juicio. Un cruce del abogado de Julio de Vido.

CFK en el juicio oral. Atrás Estela y Taty.

El Gobierno obtuvo una foto, pero no la que quería específicamente. Cristina Fernández de Kirchner se sentó hoy en la silla de los acusados ante los jueces del Tribunal Oral Federal N°2 que la juzgan en la llamada causa Vialidad, en la que se investiga el presunto direccionamiento de la obra pública en la provincia de Santa Cruz en beneficio del empresario Lázaro Báez.

La ex Presidenta se sentó en la última fila del sector previsto para los acusados y sus abogados por lo cual quedó bastante alejada tanto de Báez como de su ex ministro de Obras Públicas Julio de Vido, que quedaron bastante más adelante en la sala de audiencias donde se lleva adelante el debate. Esa es la foto que buscaba Cambiemos.

En cambio la foto es la de CFK con la protección, el resguardo, el apoyo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, como Estela de Carloto y Taty Almeida, que fueron a respaldar a la ex presidenta en el comienzo del juicio oral. Otro foto muy diferente a la que buscaban.

CFK con Taty Almeida atrás.

La primera audiencia apenas duró tres horas en las cuales se leyó una parte del requerimiento de elevación a juicio escrita por los fiscales Pollicita y Mahiques (su hermano trabaja para el Gobierno en el Ministerio de Justicia y en el Consejo de la Magistratura) y el mismo trámite seguirá durante las próximas cuatro o cinco jornadas. Mientras siga la lectura de la acusación, la ex presidenta deberá concurrir a las audiencias.

El único hecho destacado del comienzo fue cuando el abogado Maximiliano Rusconi, que defiende a Julio de Vido, pidió la palabra para plantear la nulidad del debate y fue cortado por el presidente del tribunal, Jorge Gorini. Después de un cruce el juez se negó a darle la palabra y comenzó con la lectura del alegato.

La ex presidenta y otros 12 acusados fueron imputados de haber integrado una asociación ilícita que supuestamente actuó en perjuicio del Estado mediante una defraudación, por haber dado 51 obras en la provincia de Santa Cruz a empresas que pertenecían a Lázaro Báez. Los fiscales dijeron que los Kirchner convirtieron a Báez en un empresario de la construcción cuando llegaron a la presidencia para enriquecerse.

El juicio arrancó después de la controversia que se generó la semana pasada, cuando la Corte Suprema pidió las actuaciones de la causa. Luego de la devolución de los expedientes el debate pudo comenzar al mediodía, luego de que la ex Presidenta fue recibida con aplausos por empleados y el público que la esperaba fuera del edificio.

Pese al comienzo de la primera audiencia, la última palabra la tiene la Corte que debe resolver los planteos que hicieron las defensas. El más importante es el que tiene que resolver para decidir si se realiza una pericia completa sobre las 51 obras que fueron adjudicadas a las empresas de Báez. El TOF ordenó un peritaje sólo sobre 5 obras que fueron elegidas en forma discrecional.

Esa pericia es clave para determinar si hubo sobreprecios, pagos por obras no realizadas o alguna irregularidad. Lo más llamativo es que hay un informe de la misma Vialidad que sostiene que no hubo irregularidades para destacar. Ese informe sostiene que los pagos que se realizaron era concordes con los avances de las obras y que los retrasos eran los habituales.

Ese informe sostiene en la conclusiones: “no se evidencias deficiencias constructivas de relevancia, como así tampoco tareas que hayan sido certificadas sin ejecutarse…”. Es decir, no se pagó nada que no haya sido construido. De todos modos, el entonces titular de Vialidad, Javier Iguacel, hizo la denuncia.

Los tres peritos declararon como testigos y dijeron que no encontraron irregularidades. González Oría fue categórico: “lo que figuraba como pagado estaba hecho”. Romero coincidió: “no hubo ninguna falsa certificación de obra a consecuencia de la cual se haya autorizado indebidamente un pago”. Romero invocó también el trabajo de auditoria: “si nos ceñimos estrictamente a los aspectos técnicos que formaron parte de la encomienda que me fue asignada, y observamos que los desajustes no fueron relevantes con relación a las respectivas obras, estamos hablando de desajustes del 0,1 por ciento”.