| Tema del día

Cuádruple crimen de La Plata, violencia de género que nadie recuerda y una casa invadida por ratas

Por Javier Sinay.

“Después de todo eso, el departamento quedó abandonado. Y ahora está lleno de ratas”, se fastidia Silvia, una vecina de Susana de Bártole, Bárbara Santos y Micaela Galle -la abuela, la madre y la nieta que en las primeras horas de 26 de noviembre de 2011 fueron víctimas, junto a Marisol Pereyra (amiga de De Bartole), del cuádruple crimen de La Plata. Silvia, que todos los días se cruzaba con ellas, fortaleció a lo largo de los años un vínculo casi familiar y todavía siente que están presentes en el departamento del fondo, el número 5 del PH del 467 de la calle 28 entre 41 y 42. Pero sabe que no es tan así: que las únicas habitantes de esa casa ahora son las lauchas.

La casa está abandonada y sólo entran las ratas.

La casa está abandonada y sólo entran las ratas.

“En un mismo día hemos matado a dos”, sigue. “¿Sabés lo que debe ser ahí adentro? Está todo cerrado y no sabemos quién tiene las llaves, aparte de la policía, que entró para hacer todo lo que tenía que hacer pero ya hace tiempo. Ahora encontramos un agujerito en la puerta de la casa, que es de metal pero se está pudriendo, y por ahí las ratas entran y salen como quieren. Y nosotros no podemos vivir en un ambiente lleno de ratas; es insalubre”. Mientras Silvia y los demás vecinos reclaman por la desinfectación, la defensa de Osvaldo Emir Martínez, mejor conocido como el Karateca (aunque hace varios años que dejó la práctica del karate), apeló la semana pasada la elevación a juicio que propuso el fiscal Álvaro Garganta y que firmó el juez de garantías Guillermo Federico Atencio, acusados por esta misma defensa de parcialidad en contra de Martínez. El abogado Julio Beley pidió a la Sala III de la Cámara de Casación Penal el sobreseimiento del Karateca y señaló al remisero Marcelo Tagliaferro, el testigo de cargo, como coautor de los homicidios, aparte de asegurar que el suyo era un falso testimonio. El defensor cargó también contra las pruebas propuestas por el fiscal Garganta valorando las palabras del testigo Javier Lencina, quien dijo haber visto a Tagliaferro en la escena del crimen con un coche distinto al mencionado por él mismo. Y sostuvo que Martínez nunca había conocido a Javier Quiroga, el albañil que dejó su ADN en toda la casa e incluso en el cuerpo de dos de las víctimas, y que ahora permanece detenido. Por último, la apelación hizo hincapié en las pericias psicológicas que muestran a Martínez como una persona racional, y resaltó un informe que pone en duda las pericias telefónicas que comprometen al Karateca. Y

La defensa de Martínez apeló la elevación a juicio.

La defensa de Martínez apeló la elevación a juicio.

aunque el departamento permanece cerrado, los trámites de sucesión ya han comenzado. Es que el heredero y futuro dueño sería Daniel Galle, el padre de Micaela, la niña muerta. Los criminalistas establecieron que la primera en ser asesinada fue Susana de Bartole; la segunda, Bárbara Santos; y la tercera, Micaela Galle. De modo que el departamento debe ser tomado por el heredero natural de esta última víctima: no otro que su padre. “Yo me quejé por el asunto de las lauchas con el fiscal Garganta y él me dijo que se iba a encargar y que lo llamara, pero lo estuve llamando y no lo encontré”, sigue ahora la vecina. “Queremos al menos que desinfecten, porque ahí adentro hay ropa, frazadas, cajas y papel, y la heladera debe estar llena de comida… Olor ahora ya no hay, pero sí hay mosquitas. El único que me dijo algo fue el comisario Pedro Beltrame, de la DDI: ‘La solución más rápida es que haga un escrito y que lo firmen todos los vecinos’, me sugirió. En eso estamos”.


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