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De cara a octubre, Cristina Kirchner no espera buenas noticias desde Comodoro Py

La ex presidenta se asegurará una banca del Senado en las elecciones que la cubrirá de una eventual orden de arresto de Bonadio, respaldado por la Cámara Federal.

Cristina tiene varios procesamientos firmes.

Cristina tiene varios procesamientos firmes.

Las PASO de la provincia de Buenos Aires dejaron un empate en la provincia de Buenos Aires entre Cristina Kirchner y Esteban Bullrich -porque sospechosamente no se terminaron de cargar los datos- y algunos periodistas, encuestadores y analistas políticos afines al gobierno comienzan a presentar las elecciones legislativas de octubre como si fueran un ballotage: una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.

Se trata de asemejar las elecciones de este año -legislativas, de mitad de mandato- con las presidenciales de 2015, cuando Mauricio Macri derrotó a Daniel Scioli por algo menos de 2 puntos en la segunda vuelta y concentró todo el voto opositor de quienes buscaban terminar con la carrera política del kirchnerismo.

Y en las semanas que faltan hasta octubre nadie espera que en de los tribunales federales de Retiro surjan buenas noticias para la ex presidenta, que ha cosechado un revés detrás de otro, de mano de los jueces federales más permeables a los tiempos políticos de Cambiemos.

La última novedad fue el rechazo este lunes de la Sala II de la Cámara Federal a la recusación del juez Claudio Bonadio presentada por la defensa de la ex mandataria en la causa en la que se la investiga por el delito de traición a la patria por la firma del Memorandum con Irán.

De todos modos, con los resultados de las PASO a la vista, una cuestión es segura: Cristina Kirchner se convertirá en senadora en octubre y tendrá los fueros necesarios que la podrán cubrir de una eventual orden de arresto firmada por el juez Bonadio, quien ya detuvo a su histórico contador, Víctor Manzanares.

Es que Cristina Kirchner saldrá primera o segunda en las elecciones de octubre y eso le asegura un lugar en el Congreso, desde donde podrá resistir los embates de los jueces más identificados con el Gobierno y empezar a plantear su futuro de cara al 2019, más allá de los vaivenes judiciales.

En las usinas mediáticas del oficialismo se empieza a promover que la elección de octubre es un ballotage entre Cristina y Esteban Bullrich. El objetivo declarado del gobierno es llevar al máximo la polarización y seguir batallando con el tema de la corrupción que tanto éxito le dio en la ciudad de Buenos Aires con la candidatura de la fiscal moral de la República, Lilita Carrió.

El análisis que debe hacerse es si los votantes de Massa o Randazzo este fin de semana cambiarán de parecer el domingo 22 de octubre. “La gente siempre vota a ganador. Quiere tener un voto útil”, dice un periodista político, convencido de que va existir una migración en las próximas elecciones.

El consultor y analista Ricardo Rouvier dice que “no es un ballotage, pero en la práctica opera como tal. La polarización alcanza al 70 % de los votantes: es muy alta”.

Según Rouvier, cuando se presenta este escenario, el efecto de la polarización extrema, es que al votante no le interesa el cargo, le interesa a quién vota. Porque en la provincia de Buenos Aires se eligen senadores y diputados. En esa idea de presentar la elección de octubre como un ballotage se olvida que también se eligen legisladores, concejales y consejeros escolares.

-¿Qué puede pasar en octubre?

-Ja ja ja, si lo supiera. Se supone que a va ser algo parecido a lo de ayer a nivel país, las grandes tendencias se van mantener. Si no hay grandes errores el gobierno va a salir bien en todo el territorio nacional.

-¿Y en la provincia de Buenos Aires?

-El gobierno se va a lanzar a extremar la polarización, va a tratar de sacar votos de Massa y Randazzo. Va a ser más activo para conseguir eso que le falta. De algún modo, Cristina va a polarizar también. Hoy los dos están empatando, es un empate casi perfecto. Cristina va tener que cambiar su campaña. Debería ser un poco más agresiva. Está más presente, caminar más la provincia.

Para el consultor, los dos viven el empate como si fuera una derrota. Pero el gobierno tiene más motivos para celebrar porque estaba convencido de que en la provincia de Buenos Aires perdían por varios puntos, porque en el conurbano bonaerense sufre con más dureza la política económica del gobierno.

Hugo Haime, director de la consultora que lleva su nombre, sostiene que no es del todo válido, considerar a las elecciones de octubre en la provincia de Buenos Aires como una suerte de ballotage. “¿Por qué sería un ballotage si no se presentan sólo dos. Hoy yo me remitiría a lo que pasó entre las PASO del 2015, octubre y eso después. En la primera vuelta Macri sacó 34%”, dice ante la consulta de este sitio.

El analista admite que “aqui la duda es lo que pasa con esos votos, los de Massa y Randazzo. ¿Se van a caer, los van a retener? Lo que está claro es que no van desaparecer. No van a quedar en cero”.

Para Haime “los intendentes van a defender sus boletas”, ya que además de senadores, se eligen diputados nacionales, diputados provinciales, concejales y consejeros escolares.

“Es difícil tener claridad ahora. Es clave que se informe el resultado en la provincia de Buenos Aires. Una cosas que se diga ganó cristina o ganó Cambiemos. Eso va a generar un clima distinto en un uno u otro caso”, considera.