| A pedido de los acusadores

Rechazan incorporar más testigos en el jury a Campagnoli

El tribunal que juzga al fiscal consideró que era extemporáneo el pedido de la parte acusadora y no hizo lugar. Campagnoli es acusado de desviar el objeto procesal de una causa.

El tribunal que realiza el juicio político al suspendido fiscal José María Campagnoli rechazó incorporar nuevos testigos al proceso, a pedido de la parte acusadora, por considerar que el planteo fue extemporáneo.

Los fiscales acusadores querían que declarara la ex viceministra de Seguridad, Cristina Caamalo, quien luegó asumió la titularidad de la fiscalía de Saavedra, donde se desempeñaba Campagnoli hasta sus suspensión.

Además de Caamaño, los acusadores de Campagnoli habían propuesto que declararan las empleadas de la Fiscalía Descentralizada Lucía Orsetti y María Gutiérrez, para relatar las supuestas irregularidades que habían encontrado en el ámbito en el que desarrollaba su trabajo el fiscal suspendido.

El tribunal ya había rechazado incorporar al Jury una serie de unas 1.500 fotografías tomadas en la mayoría de los casos sin autorización a los vecinos del Barrio Mitre, una zona cercana al shopping Dot. Esas fotografías eran luego exhibidas a quienes concurrían a la fiscalía de Saavedra a denunciar delitos, para que los reconocieran como autores de los hechos de los que eran víctimas.

Si bien los fiscales acusadores Marcelo García Berro y Adolfo Villate no insistieron con la incorporación de esa suerte de «álbum», los testimonios propuestos de Caamaño –quien lleva adelante una subrogancia en la fiscalía de Saavedra- y de las dos empleadas podía desembocar en las fotografías como elemento de cargo contra Campagnoli.

El tribunal, por amplia mayoría (sólo votó en disidencia el presidente, Daniel Adler) rechazó la incorporación de nuevos testigos, pues consideró que «se trata de un planteo extemporáneo».

Campagnoli está acusado de «mal desempeño en sus funciones» por presuntamente haber alterado el objeto procesal de una causa por presunta extorsión al financiesta Federico Elaskar para la venta de la Financiera SGI, también conocida como «La Rosadita».

Según la acusación, Campagnoli forzó la investigación para orientarla hacia Lázaro Báez, en un expediente en el que no tenía «competencia» para intervenir, pese a lo cual produjo prueba incriminatoria contra el empresario kirchnerista.


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