«Ya hice la declaración y cuando estén dadas las condiciones lo haré, porque no sirve un testigo muerto», afirmó en una entrevista con Radio Continental José Capdevila, ex director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, quien dijo que se tuvo que ir del país luego de haber sido amenazado.

«Prefiero ser un exiliado en democracia y no ser el nuevo Julio López», declaró Capevila en otro reportaje. El ex funcionario declaró como testigo en la causa por la quiebra de la imprenta Ciccone en la que está siendo investigado el vicepresidente Amado Boudou.

«No tengo miedo, no, [porque] no estoy en mi país, me he tenido que ir. Estoy dolido, preocupado, desilusionado», agregó. Capdevila redactó un dictamen cuando la AFIP le preguntó al Ministerio de Economía sobre si había que darle un régimen especial de regularización de deudas a Ciccone. En su dictamen Capdevila escribió que esa decisión era competencia del organismo recaudador.

El fiscal de la causa, Jorge Di Lello, que ya pidió la indagatoria de Boudou dijo hoy que el testimonio de Capdevila, que declaró en la causa en marzo de 2012, no podía ser considerado clave, como lo calificaron algunos medios. «Es neutro», dijo el fiscal en declaraciones a Radio Vorterix.

«Me pasé sin dormir varios días, preparando valijas y la salida del país. Por suerte tengo muchos amigos y familiares que me han ayudado. He tenido amigos que hasta me han puesto a disposición sus aviones, tengo amigos que tienen aviones, que me dijeron: «Subite a mi avión y andá a donde quieras»», relató.

Consultado sobre si alguien se contactó con él en los últimos días, Capdevila aseguró que no. «Nadie me llamó, ni un juez ni un fiscal, nadie me hizo un ofrecimiento de darme seguridad. Uno se siente un poco solo… Son poderes muy grandes», expresó.