| Se presentó el anteproyecto de reforma del Código Penal

Massa, el innombrable y el nuevo Código

La iniciativa del Gobierno sale a discusión durante 90 días antes de que sea enviada al Congreso. La intención es que se trata este año. Todos le pegaron al titular del Frente Renovador.

Los integrantes de la Comisión en la Facultad de Derecho.

Los integrantes de la Comisión en la Facultad de Derecho.

Por Rafael Saralegui.

El aula magna de la Facultad de Derecho de la UBA fue el ámbito elegido por el Gobierno para presentar en sociedad el anteproyecto de reforma del Código Penal que fue entregado a la Presidenta en febrero y que desde entonces recogió críticas desde los ámbitos más diversos, producto de motivaciones políticas más que de posturas académicas.

El innombrable en la noche del lunes fue el diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien tomó la delantera para criticar la iniciativa redactada por una comisión encabezada por el juez de la Corte Raúl Zaffaroni e integrada por el peronista León Arslanian, el radical Ricardo Gil Lavedra, la socialista María Elena Barbagelata y el conservador PRO Federico Pinedo.

Los cinco hablaron para expresar su coincidencia en la necesidad de elaborar un nuevo Código, fruto de un consenso social, de manera que el nuevo texto no sea el fruto de la imposición de un sector partidario sobre los demás, en una coyuntura determinada.

El ministro de Justicia Julio Alak, el secretario de Justicia, Julián Alvarez, y el coordinador de la comisión Roberto Carlés, también estuvieron en el escenario, mientras en las plateas estaban la decana de la Facultad de Derecho, Mónica Pinto, autoridades de universidades públicas y privadas y de agrupaciones de abogados y magistrados.

Entre los jueces estuvieron Luis Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados, y los jueces de Casación Penal Alejandro Slokar –un discípulo de Zaffaroni- y Ana María Figueroa. Había además docentes de derecho, alumnos y funcionarios judiciales.

Alak explicó que la intención del Gobierno es abrir con la presentación que se realizó ayer un período de 90 días para que el anteproyecto reciba críticas de la sociedad, que luego serán debatidas por los integrantes de la Comisión antes de que el proyecto final se envíe al Congreso.

“Ahora el proyecto sale de gira”, dijo un asesor de Alak. Luego la intención es que este mismo año ingrese en el Parlamento para su discusión por parte de los legisladores de todos los partidos.

“No esperábamos tanto revuelo. La verdad es que nos sorprendió lo que se generó después de llevar el anteproyecto a la Presidenta”, dijo a CyR uno de los integrantes de la Comisión. Luego ratificó la intención política de que la iniciativa siga adelante y que pueda discutirse en el Congreso este mismo año.

“Un Código Penal recoge los valores de la cultura en un momento determinado”, dijo Zaffaroni, el último de los expositores, pero advirtió: “otra cosa es pretender que sale de la voz del pueblo, que puede discutirse en las esquinas o en los medios de comunicación; jamás ningún país ha sancionado un Código Penal de esa manera”.

Esas palabras iban dirigidas a Massa. También sin nombrarlo hicieron referencias similares los restantes integrantes de la comisión, incluido Pinedo, quien tomó distancia cuando dijo que “la Argentina padece un problema serio de seguridad”, pero de todos modos coincidió en que “es necesario tener un nuevo Código Penal, nadie serio puede dudar de esto”.

Entre tanta discusión carente de sentido en las jornadas previas, limitada apenas al monto de las penas del anteproyecto o a el régimen de reincidencias, Arslanian cantó la justa: “La ley penal no es un instrumento de venganza”.