| Resistencias al plan de emergencia de Scioli

Policías retirados no quieren volver

El anuncio del gobernador bonaerense de convocar a policías retirados fue criticado por los destinatarios de la medida. Piden agentes mejor preparados. Apuro y urgencia.

Scioli y Granados lanzaron de urgencia el plan de emergencia.

Scioli y Granados lanzaron de urgencia el plan de emergencia.

Por Rodolfo Palacios.

“A muchos de nosotros no nos valoraron cuando estuvimos en buenas condiciones. Ahora estamos fuera de estado, cansados, desmotivados, con más ganas de estar con nuestras familias que de volver a ponernos el uniforme. ¿Encima nos convocan para atender teléfonos o hacer guardias en hospitales? Que no cuenten conmigo”.

El que habla es uno de los 15 mil policías retirados convocados por el plan de emergencia en seguridad que lanzó el gobernador bonaerense Daniel Scioli, que contempla, entre otras cosas, la inversión de 600 millones de pesos para comprar mil móviles policiales equipados, chalecos antibalas y armas con sus respectivas municiones. La medida no fue bien recibida por muchos de los policías que ya no formaban parte de la Bonaerense. ¿Hay riesgos de que entre los convocados haya efectivos con legajos manchados? ¿Estarán en condiciones físicas, por ejemplo, de perseguir a un delincuente?

Scioli se encargó de aclarar que los policías citados y que deben alistarse a la fuerza obligatoriamente, no tienen antecedentes y se retiraron sin conflictos. La idea es que cumplan tareas administrativas. En la Policía Bonaerense sólo 32.000 policías están operativos en una fuerza que tiene 59.000.

La inseguridad en la provincia, donde hay un homicidio en ocasión de robo cada treinta horas, llevó a Scioli a firmar el decreto de emergencia. Muchos de los policías citados presentaron certificados médicos para no volver a la Policía.

“Que haya más policías y mano dura no garantiza una lucha efectiva contra el delito. Pero es cierto que la fuerza debería tener el doble de efectivos que tiene. Ahora hay tres policía cada mil habitantes”, le dijo a CyR el comisario retirado Norberto López Camelo, ex superintendente de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía provincial se fue de la fuerza con retiro voluntario y condecorado.

También dijo que la convocatoria obligatoria y compulsiva lanzada por el gobierno bonaerense no le parecía bien. “No estoy de acuerdo. Si bien el enrolamiento llega hasta el grado de teniente, por lo que me excluye, yo no me hubiese presentado al llamado. Desde que me fui de la Policía, nadie me llamó para consultarme nada, pese a que participé en casos importantes contra el narcotráfico”, dijo.

“Antes que la cantidad de policías, lo que importa es la calidad. Lo fundamental es la preparación y el entrenamiento. Los delincuentes muchas veces están un paso adelante, entonces la función del policía debe ser la de superar la inteligencia criminal. Para eso se necesita entrenamiento”, opinó Daniel Abaca, ex miembro del Grupo Halcón.

López Camelo coincide. “La instrucción de un policía debería ser de cinco años, no de uno como ahora. Hasta no hace mucho los sacaban a la calle con seis meses de preparación. Ahora hay muchas mujeres en la fuerza, con esto no quiero parecer machista ni es una cuestión de género. Pero hay tareas que más específicas del hombre”.

“Es alarmante la ausencia de prevención policial que el Estado imprime al escenario de inseguridad. Curiosamente, sin lavar culpas propias, desde el gobierno se pretende hacer ver que ahora se va a trabajar de la mejor manera, que ahora se van a tomar las medidas adecuadas y pertinentes, que ahora sí vamos a estar seguros en las calles del área metropolitana. En fin. ¿Y antes de ahora, qué se estuvo haciendo? ¿No se trabajaba correctamente? ¿No se tomaban las medidas adecuadas y pertinentes? ¿No se observaba la necesidad de seguridad ciudadana en Capital Federal y el Gran Buenos Aires?”, opinó a CyR el abogado penalista y especialista en seguridad, Hugo López Carribero.

El objetivo del plan de emergencia es que los efectivos que retornarán a la actividad reemplacen a los policías que ahora realizan custodias de puestos fijos en organismos provinciales y municipales; y los que desempeñan tareas de vigilancia en hospitales o ministerios se sumen a las tareas propias de prevención del delito.  La convocatoria apunta al personal policial en situación de retiro activo del escalafón suboficial y oficiales hasta el grado de Teniente, que a partir de esta iniciativa cobrarán el 90% de su jubilación más un monto cercano al sueldo básico de un policía, que es de 8.500 pesos. Deben revistar en situación de retiro activo; contar con la conformidad de la Secretaría de Derechos Humanos; tener condiciones de aptitud psicofísicas y certificado de antecedentes sin observaciones.

La Asociación de Pensamiento Penal criticó el plan. En relación a la reincorporación de los policías retirados, manifestó:  “Con la urgente reincorporación de unos 15.000 efectivos que se encuentran retirados (cuyas condiciones psicofísicas deberías ser revisadas por una cuestión meramente vegetativa), que se sumarán a los casi 60.000 hombres y mujeres con que cuenta actualmente la Policía de la provincia de Buenos Aires, el gobierno apuesta fuertemente a una suerte de militarización del espacio público con el deliberado propósito de contener a individuos que cometen desmanes de mayor o menor gravedad”.

Para López Carribero, es curioso ver cómo los gobernantes toman medidas intempestivas y arrebatadas en favor de la ciudadanía. “Como si nos hicieran un favor a corto plazo para remediar un problema, del que casi nos hacen responsables a nosotros mismos. Es el desprecio de la genuina inquietud de las personas de a pie. Constituye la descalificación del miedo legítimo. Pero claro, no hay temor más tolerante que el temor ajeno, ¿no? Pero el Estado sí está presente donde hay uno o varios negocios para hacer, en provecho de sus integrantes. Allí no hay dudas ni titubeos. No hay margen para el error tampoco. Pero tranquilos, en cualquier momento aparece un negocio para hacer en materia de seguridad (fuera de las agencias de seguridad privada, claro está) y entonces, ahí sí el Estado estará presente, como nunca”.