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Sánchez Freytes quiere la presidencia del Consejo de la Magistratura

El juez federal de Córdoba Alejandro Sánchez Freytes intentará hoy al mediodía quedarse con la presidencia del Consejo de la Magistratura. Miembro de los sectores más conservadores del Poder Judicial, podría propiciar que los camporistas tengan un comienzo agridulce en el organismo que selecciona y remueve a los jueces. Sánchez Freytes tiene la bendición de la UCR y, aunque suene sorprendente, de los dos senadores del kirchnerismo que ocupan bancas en el Consejo.

 

Si alguien le preguntara, lo negará rotundamente, pero la realidad es que Sánchez Freytes ha hecho todos los deberes para llegar a la presidencia. El sigilo demostró sus virtudes para construir poder ya que el juez dejó que el lobby necesario sea llevado a cabo por otros: el presidente de la Asociación de Magistrados, Luis María Cabral; el camarista Civil y Comercial Gustavo Recondo; y nada menos que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Sánchez Freytes no se reunió con nadie ni salió a pedir ningún voto; en cambio, se refugió en su despacho, desde donde le pidió a sus asesores que redactaran una serie ideas para la probable presidencia.

 

Los números concretos: al juez lo votarían los dos legisladores de la UCR (el senador Mario Cimadevilla y el diputado Oscar Aguad), los dos abogados (Daniel Ostropolsky y Alejandro Fargosi) y los jueces Recondo y Mario Fera. En este cuadro la incertidumbre sólo pasa por Fera, que detesta a Sánchez Freytes y con quien está enfrentado en la política de la Asociación de Magistrados. Fera integra la lista Celeste, que es más afín a los sectores progresistas del Poder Judicial y además está buscando adhesiones para reemplazar a Cabral como presidente de la asociación.

 

Este proyecto inclinaría la balanza a favor de SanchezFreytes: sus propios colegas celestes le pidieron a Fera que no deje el Consejo en manos del kirchnerismo, menos con la reciente incorporación de Julián Álvarez y Eduardo De Pedro. De Pedro prácticamente no ha intervenido en el Consejo desde que juró la semana pasada; en cambio, Álvarez se zambulló de lleno en las negociaciones pero no tuvo éxito porque no encontró un candidato entre su bancada y para colmo se enteró de que los senadores kirchneristas Marcelo Fuentes (de Neuquén) y Ada Iturrez de Capellini (de Santiago del Estero) estarían satisfechos con una presidencia de Sánchez Freytes. Son dos exponentes del PJ duro y cualquier revés para La Campora será bienvenido en sus despachos.

 

Es cierto que hubo quien le dijo a Álvarez que él debía promoverse pero eso no va con el estilo de La Cámpora, donde siempre es mejor estar en un segundo plano e influir desde la trastienda. El ejemplo de Axel Kicillof fue aleccionador, más aún desde que el ministro de Economía se transformó en el abanderado de un ajuste que incluye la devaluación y el sueño de una paritarias que no superen el 25%.


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