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Violencia de género: una mujer agoniza en el hospital por el ataque de su ex pareja

Antes y después de la golpiza.

Antes y después de la golpiza.

Por Ignacio Ramirez.-

Aurelia María Gutiérrez tiene 28 años y lucha por su vida: sufrió una verdadera odisea de violencia ejercida por su ex pareja, Sergio Daniel Cabral (29). Marina, como se hace llamar la mujer, no murió de milagro: recibió 12 apuñaladas, dedos y varios huesos quebrados y muchos hematomas. La mujer había realizado varias denuncias porque había sido amenazada, pero no fueron tenidas en cuenta.

La crónica de esta mujer golpeada culminó el  2 de enero cuando el ex marido la secuestra, golpea, apuñala hasta verla casi muerta y escapa del lugar del hecho minutos después. La mujer moribunda recibió ayuda de un vecino que la rescató cuando estaba agonizando.

La golpiza fue tal que quedó internada en el Hospital Municipal de Trauma y Emergencia Doctor Abete de partido de Malvinas Argentinas; los médicos reconocen que su estado de salud es crítico.

La feroz paliza que le dio el ex marido fue un calvario para víctima: golpes contundentes de todo tipo con un fierro, más de una decena apuñaladas a lo largo del cuerpo, la mayor herida de arma blanca de gravedad fue un puntazo que le perforó el pulmón derecho. Los médicos que la atienden son reservados a la hora de hablar del estado actual.

El calvario de la víctima duró 6 horas. Según el relato de los testigos y la familia; el agresor la esperó en la esquina de la casa de un familiar para secuestrarla. El hecho comenzó  a las 15 en la esquina de la vivienda de su tía.

Cabral la abordó mientras ella caminaba sola por la calle, le pegó con un objeto contundente en la cabeza en reiteradas oportunidades y a la vista de varios vecinos, para finalmente  subir el cuerpo desvanecido y ensangrentado de su ex mujer a un auto y huir del lugar. Nadie puedo parar la ola de violencia que recibió María en esos minutos. Luego la trasladó a su propia casa ubicada en Naciones Unidas al 700 en  la localidad bonaerense de Grand Bourg donde había parientes del agresor. Siguió la golpiza, para finalmente acuchillarla en reiteradas oportunidades.

“Mi hija está entre la vida y la muerte. Son horas muy difíciles. Nadie se hizo eco de sus denuncias, estuvo en todos lados, incluso escondida del miedo que le tenía a su ex marido. Temo por mi hija. Y por mi nieto. No quiero impunidad”, dice el padre de la víctima, Eduardo Gutiérrez.

La pareja se conoce hace 9 años, y tienen un hijo en común.  Durante los últimos tiempos la violencia apareció en la relación, razón por la cual decidió separarse. Ahí comenzaron los llamados amenazantes, las intimidatorias visitas o seguimientos.

“Después de matarte, voy a matar al nene”, eran las contundentes amenazas que Cabral le hacía a su ex esposa. Fue a la Comisaría de la mujer, al Juzgado de turno porque la amenazaba que la iba a matar, pero nadie hizo nada. Como pasa en la mayoría de tragedias. Finalmente, decidió esconderse en Zarate unos días.

“La amenazaba que la iba a matar. Hicimos tantas denuncias y ahora tiene más de 10 puñaladas, una tragedia anunciada. Todavía hoy sigue sin custodio policial. Puede pasar cualquier cosa”, indica el padre de María, mientras reposa en la cama de un hospital.

 


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