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Un plan de seguridad urgente para Córdoba

Por Sebastián García Díaz*

No es que la falta de policías disparó lo peor de la naturaleza humana de nuestra sociedad y eso nos sirva para disparar visiones apocalípticas de la moral de nuestra gente. El 90% de los cordobeses permaneció en su casa atemorizados cuidando a sus familias y no se les pasó por la cabeza salir a delinquir.

Pero hay un porcentaje importante de personas que hace tiempo vive de la distorsión de trabajar para los narcos, para los punteros políticos, para los barrabravas, para las patotas sindicales, para llenar ómnibus para actos sin siquiera saber de quién. Esta gente salió activada por alguna orden de sus «caciques», seguramente movidos por alguna motivación política. Así se realizaron los primeros saqueos que nunca son espontáneos.

A esto se suma otro porcentaje de gente que ha comprado el relato del resentimiento, de la división y por eso se ve justificada a robarles a otros creyendo que ninguno de esos otros se salva de la duda de cómo hizo la plata. Son los que aprovecharon la volteada para robarse algo al paso.

En el centro de la escena del análisis hay que poner a nuestros gobernantes y también a la policía. A nivel social en algún momento vamos a tener que discutir estas distorsiones. Pero que son la excepción de nuestra sociedad, gracias a dios, y no la regla. Si nos equivocamos con un diagnóstico apocalíptico de lo que nos pasa, tendremos la impresión de que no hay solución. Y no es así: sociedades con mucho más graves problemas que los nuestros han logrado avanzar gestionando políticas correctas y no mirando para otro lado como viene ocurriendo en Córdoba y en la Argentina.

E n definitiva: lo que pasó anoche nos marca la prioridad y urgencia por instrumentar un giro muy profundo en la seguridad. Tenemos un plan para proponer.

Si tenemos razón en decir que el 80% de los que salieron a robar anoche, son personas vinculadas al delito en forma directa o indirecta…y que responden a narcos, punteros, barras bravas, etc. entonces ha quedado en claro anoche el grave problema que tenemos por delante.
Porque ha quedado clara la capacidad de acción que tienen y la cantidad de personas que cuentan en las redes de crimen que se están forjando en Córdoba y que venimos denunciando hace tiempo.
No nos imaginemos gente vestida de negro como en las películas. Son simples vecinos, iguales a los que corrían ayer con objetos robados, que hace tiempo están viviendo de la ilegalidad y ahora responden a jefes que los están organizando porque tienen plata, contactos y poder.
En el informe que presenté en su momento, cuando me fui de la Secretaría, hablé de 2.500 puntos de venta de droga solo en Córdoba ciudad es decir 2500 familias viviendo de esto. Si cada familia tiene por lo menos cuatro integrantes (tienen más) son 10.000 personas jugadas.
Sólo con esas personas lanzadas a la calle ya se arma un desastre como el de anoche. ¿Cómo enfrentar este avance? Ya no hacen faltas más policías sino que hace falta inteligencia aplicada a cómo desbaratar las cabezas y sus redes.
La gente se pregunta: ¿por qué vino a robar un tipo con una hilux? Y se equivocan en creer que es una cuestión de clase. Ayer robaron con logística y con destreza porque no son ladrones de ocasión marginados, sino que están en la red de delito lideradas por mandos altos y medios narcos, punteros, etc.
El desafío entonces es que nuestro sistema de seguridad libere a los barrios de la influencia de estos caudillos tan negativos para nuestra sociedad.
Ahora la sociedad llega a la base con sus sacerdotes y pastores, dirigentes vecinales, clubes, ongs. pero el Estado sólo llega vía punteros y han degenerado (se han convertido en mercenarios de la movilización de personas, sea para el político gobernante, sea para el barrabrava, sea para el sindicalista que quiere romper la ciudad, sea para el narco).

Por eso el plan de seguridad que proponemos está directamente vinculado con una acción conjunta con desarrollo social, salud y educación operando conjuntamente en el territorio, pero con una alta dosis de tecnología e inteligencia por detrás porque sino no sirve.

*Ex secretario de lucha contra la drogadicción y prevención del narcotráfico en Córdoba.


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