Rizzo tiene un perfil opositor al gobierno.

Hoy a la madrugada el Senado aprobará el proyecto del nuevo Código Civil y Comercial, que no sólo marcará las fuertes diferencias en los partidos políticos sino también una pelea feroz entre los Colegios de Abogados que viven la reforma de manera traumática: tienen múltiples objeciones de carácter técnico y, lo que es peor para ellos, creen que los perjudicará en el ejercicio cotidiano de su profesión.

Se ha abierto una brecha entre el Colegio Público de la Capital Federal, que dirige Jorge Rizzo, y sus pares de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, la FACA, entidad que agrupa a todos los colegios del interior y que está bajo la orbita de Ricardo De Felipe, del Colegio de Abogados de San Nicolás.

En los últimos días Rizzo se manifestó en forma violenta contra el Código tanto en las redes sociales como en su programa de radio sabatino. En cambio, De Felipe guardo un silencio total que enardeció a Rizzo  ya que el año pasado la FACA participó de la organización de unas jornadas en las cuales dominaron las críticas al proyecto que redactaron Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco.

De Felipe suele renegar del alto perfil de Rizzo. Este abogado tiene la idea de que entidades como las que conduce deben dedicarse a los temas de la matrícula y no exaltarse con las peleas de la política (Rizzo viene esgrimiendo una postura cada vez más opositora al Gobierno). Además, debe decirse, a diferencia de Rizzo, que De Felipe no desea ningún tipo de enfrentamiento, aunque sea indirecto, con Lorenzetti con quien conversa de tanto en tanto. Rizzo es el abogado de Carlos Fayt, ministro que actualmente está en la equina contraria de Lorenzetti.

La pelea también tiene motivaciones que pasan por el bolsillo. Años atrás Rizzo pateó el tablero y se retiró de la FACA porque entendía que el reparto de cargos no se condecía con la cantidad de dinero que el Colegio de la Capital coparticipaba a la entidad nacional. “Nuestro Colegio aportaba la mitad de los fondos y siempre nos dejaban con chauchas y palitos”, cuenta Rizzo en sus oficinas de la calle Corrientes.

Meses atrás cuando la FACA homenajeó a Fayt en su salón de Avenida de Mayo, Rizzo había dicho que asistiría, pero a último momento acusó un dolor estomacal para escapar d euna foto con De Felipe. Al otro día recibió una fuerte reprimenda del ministro decano que lo llamó a las siete de la mañana, fiel a su estilo de 30 años en las máximas esferas del Poder Judicial. Fayt siempre bregó porque Rizzo y De Felipe fueran amigos.