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Drogas, violencia e impericia policial en la muerte del chico de Olavarría

Por Ignacio Ramírez.

Un boliche violento, consumo de drogas, menores de edad, venta de alcohol libre, peleas reiteradas, patotas, patovicas, policías y negligencia. Una muerte que fue pueblada: tres autos destrozados, dos de ellos incendiados y una sede policial que fue atacada a piedrazos. Un crimen que desnuda de qué manera un pueblo chico se transforma en un infierno. Y la bronca acumulada por la sucesión de crímenes sin culpables.

La muerte de Christofer Jonathan Stramessi (17) en Olavarría muestra la peor cara del narcotráfico y la desidia de la policía provincial. Estuvo 97 horas desaparecido y no hubo un operativo que diera resultados. El hallazgo del cadáver fue casual. Un joven pescador se topó con el cuerpo sin vida, en avanzado estado de descomposición.

Jonathan Strammesi. Salió del boliche a la madrugada y nadie más lo vio.

Desde el domingo en se denunció su desaparición nadie logró darle datos ciertos a la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 local, Viviana Beytia. Solo testimonios contradictorios que embarraron la causa.

Christofer apareció al borde del Arroyo Tapalqué, un lugar que fue rastrillado tres veces en los días anteriores. Sugestivamente, a una cuadra de la sub DDI de Olavarría, a dos cuadras de la comisaría 1ª local, y a seis del boliche Fomento Barrio Pueblo Nuevo, donde había sido visto por última vez. El chico se retiró de allí el domingo, a las 4 de la madrugada. Lo vieron salir corriendo. Como si escapara de algo, o de alguien.

La disco fue clausurada cinco veces en los últimos doce meses. Allí la droga y las peleas abundan, pero las cámaras de seguridad no funcionan. No sea cosa de que queden pruebas. Una suerte de cueva para menores y jóvenes. Hoy es el escenario principal de la tragedia. «Todo esto tiene mucho que ver con la situación de los pibes y el consumo. Este boliche no va a poder abrir más con los actuales dueños», aseveró el intendente de Olavarría, José Eseverri.

El funcionario aseguró que el verdadero «trasfondo» del hecho se encuentra en el consumo de drogas de adolescentes y jóvenes olavarrienses. El narcotráfico plantó bandera en la ciudad, y por ahora, las fuerzas policiales, y el Poder Judicial no logran combatir este flagelo, que hoy aparece como el gran tema detrás de la muerte del joven.

Los padres de la familia Stramessi apuntan a dos menores de edad. Por un lado, al último joven que vio con vida a Jonathan (17), que se llama Ezequiel. En segundo lugar, a Diego (17) que cumplía años ese día, y vive en Sierra Chica. Diego y Jonahatan pelearon en el interior del boliche. Varios testigos declaran haberlos visto discutir previamente.  Esa noche golpearon a una menor embarazada, y a dos jóvenes más.
Los custodios del lugar son efectivos policiales, que trabajan como empleados de seguridad en sus horas libres, aunque no deberían.

Los resultados de la autopsia médico legal de la Morgue de Junín intentarán determinar la causa y data de la muerte. La clave será conocer si Stramessi sufrió golpes que lo pudieron haber matado o si se ahogó en el arroyo donde apareció ayer muerto. También se estudia la posibilidad de que lo hayan arrojado al agua después de muerto.


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