Por Rodolfo Palacios.

Salvo por un detalle, el caso podría haber formado parte de las estadísticas como un asalto más. Pero ese detalle no fue menor: los dos delincuentes asaltaron a mano armada una pareja en su casa de Moreno. Los ataron, les robaron dinero, electrodomésticos y joyas. Pero antes de escapar, uno de los malvivientes violó a la mujer. No fue el único caso en que ocurrió una violación durante un robo. En Quilmes, un hombre encapuchado entró por la ventana en una casa y amedrentó a la dueña con una navaja, le robó dinero y abusó sexualmente de ella. En Mar del Plata, un joven de 26 años violó a una turista norteamericana de 22, la llevó amenazada a un descampado, la violó y le robó el celular, una cadenita con su nombre y el de su novio, auriculares. la tarjeta del colectivo y la billetera. En Escobar, un delincuente de 17 años robó una casa de ropa y abusó de la vendedora , de 44 años.

Todos los casos (en los hechos mencionados, los violadores fueron detenidos por la Policía Bonaerense) tienen en común una metodología delictiva que preocupa a los investigadores y causa alarma en las mujeres: el robo culmina con la violación. Era una modalidad que en 1969 empleaba Héctor Mondragón Rivero, apodado por la prensa “El sátiro de la carcajada”, cuya leyenda negra fue obra de un libro de Dalmiro Sáenz. Mondragón robaba y violaba a las mujeres, incluso lo hacía delante de sus maridos.

En lo que va del año hubo 49 mujeres violadas.

Este año, el caso más emblemático ocurrió en mayo en Miramar, donde Laura Iglesias (55 años) una trabajadora social del Patronato de Liberados Bonaerenses que fue estrangulada el día 28 por un convicto que le robó el estéreo de su auto. Por el caso hay un detenido de 25 años.

En lo que va del año fueron violadas 49 mujeres en todo el país, según estadísticas de la ONG Ayuda a Víctimas de Violación (A.VI.VI.). En el 10% de esos casos, el violador le robó a la víctima. “Es cierto que ahora muchos robos terminan en abusos sexuales. Eso antes no ocurría. Yo atribuyo esa situación al estado de desprotección de la ciudadanía. Los delincuentes saben y advierten fácilmente que en determinadas circunstancias y lugares, los damnificados se encuentran en un total estado de indefensión, y consecuentemente pueden hacer lo que quieran, durante el tiempo que deseen”, le dijo a Cyr Hugo López Carribero, abogado penalista y especialista en seguridad.

Para María Elena Leuzzi, aunque se hayan registrados casos de robo y violación, el fin en todos los casos fue el abuso. “Creo que el robo en estos hechos fue la excusa, el telón de fondo al delito que los delincuentes quisieron cometer, que es la violación. En muchos casos se llevan algo de la víctima, como algún objeto para tener de souvenir. Eso lo hacen los fetichistas. Otros se llevan el celular para asustar a la víctima y decirle que no haga nada porque puede tomar represalias con sus contactos”, dijo Leuzzi a CyR.

Según López Carribero, “en otra situación y en tiempos pasados, la idea de un abuso sexual durante el desarrollo de un robo era impensable en la mente de un delincuente común que sólo iba detrás del dinero. Dentro de cada ladrón puede estar anidado un abusador sexual. Es cierto que la ocasión hace al ladrón, pero también al abusador”.

Se estima que en la Argentina cerca del 65% de los violadores son reincidentes. Hay proyectos para crear un registro de violadores y en algunas provincias, como Mendoza, se aplica la castración química a los sátiros, pero la cifra de delitos no bajó pese a esas iniciativas.

“Lamentablemente creo que no hay una solución definitiva para combatir a los violadores. No se está haciendo nada y pareciera que a nadie le importa. Parece que lo único que vale es lo que hace o deja de hacer el empresario Lázaro Báez. Mientras violan a nuestras mujeres, que siguen indefensas, las autoridades miran para otro lado”, se quejó Leuzzi.  La mujer comenzó su lucha en abril de 2001, cuando su hija Candela González fue violada y golpeada en forma salvaje. Desde entonces ,recibió denuncias de mujeres violadas y asesora en este tipo de casos. Más de 4500 mujeres fueron asistidas por AVIVI.