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La denuncia por abuso contra Manuel Mosca sepulta la candidatura de su esposa, Gladys González

La senadora quería ir por la intendencia de Avellaneda, pero le dejó el camino libre a Otero.

González, Macri, Vidal, Otero y Salvador.

El periodista y abogado Luis Otero anunció semanas atrás que dejaba la pantalla de TN para iniciar su carrera política como aspirante a la intendencia de Avellaneda por la UCR, donde reina el peronista Jorge Ferraresi. Pero la candidatura de Otero estuvo en duda hasta la semana pasada porqué había otra postulante en la interna de Cambiemos: la senadora nacional Gladys González.

Pero el viernes último, González decidió dejarle el camino libre a Otero, según lo confirmó  el vicepresidente del bloque Cambiemos en el Senado, Walter Lanaro. «Otero representa vocación de servicio y capacidad de trabajo. No tengo dudas que reúne todas las condiciones para ser un gran intendente», aseguró.

Y añadió: «Luis viene trabajando por los vecinos de Avellaneda hace años y ahora decidió dar un paso más para formalizar el compromiso que demuestra todos los días», al confirmar que será el candidato del espacio en las próximas elecciones.

La declinación de González a su postulación a la intendencia o a disputar unas paso en el interior de Cambiemos no puede desvincularse de la delicada situación que atraviesa su esposo, el ex presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Manuel Mosca.

El legislador pidió una licencia por 60 días la semana pasada, luego de haber sido denunciada por un militante del PRO por abuso sexual, cuando ambos se desempeñaban en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. El propio legislador hizo una denuncia por extorsión luego de conocida la denuncia, aunque en su presentación no incluyó a la mujer que dijo ser víctima del abuso.

Según publicó la revista Noticias, la víctima habló por primera vez del abuso hace cinco meses, y lo hizo ante Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción (OA); Pablo Avellluto, Secretario de Cultura de la Nación y ante el asesor presidencial Alejandro Rozitchner. Habría sido la propia Alonso quien acompañó a la mujer a presentarse ante la Justicia.

Aunque no está confirmado, se sabe que la denunciante le comentó a los dirigentes del PRO que es posible que hubiera otras víctimas de Mosca, pero a pesar de eso, no hay ninguna otra denuncia formal.

En este mismo sentido, allegados a Mosca aclararon  que la denuncia que él hizo en la fiscalía de Álvaro Garganta no tiene ninguna relación con la acusación de abuso en su contra. Lo único que mencionó ante el fiscal es que hay personas que lo extorsionan y amenazan con que van a denunciarlo.

La denuncia contra Mosca, dejó un lugar por demás incómodo a González, que fue una de las voces que se pronunció en favor de legalizar el aborto durante el frustrado debate que se llevó adelante en el Congreso durante el año pasado.

Ante la declinación de González, el camino parece haber quedado libre para Otero, en la disputa contra Ferraresi por la intendencia de Avellaneda, donde se le reconoce una buena gestión.

Sin embargo, esta ambición tiene enemigos de peso al interior de Cambiemos. El principal, Horacio Rodríguez Larreta, que tiene una enemistad con Otero con trasfondo judicial, dijeron fuentes políticas.

El caso se remonta al 2011 en la causa de la llamada Escuela Shopping, uno de los escándalos que le tocó protagonizar a Carlos Grosso cuando se hicieron locales comerciales en la planta baja de la escuela pública número 16 en el barrio porteño de Once.

En ese entonces Otero gestionaba, en paralelo a su función periodística, un estudio de abogados donde también formaba parte el presentador Fernando Carnota. Lo cierto es que Otero y Carnota tenían como clientes a varios inquilinos de los locales comerciales que funcionaban bajo la escuela.

El 30 de diciembre de 1990 se realizó una transacción entre la municipalidad de Buenos Aires, cuyo intendente era Grosso, con permisionarios del Centro de Abastecimiento Municipal 74, por el que se le otorgaba la concesión por 20 años de la explotación de los 25 locales externos a ese centro. Y también de una franja del predio perimetral ocupado por la escuela para construir en ella 17 locales. En su momento, esa concesión provocó un escándalo y varios funcionarios se vieron involucrados en un proceso judicial.

En 2011, el entonces jefe de gobierno porteño Mauricio Macri decidió dar por terminadas esas concesiones y Rodríguez Larreta activó los desalojos. Según cuenta Larreta por estos días, Otero le pidió una reunión en la cual le advirtió que habría serias consecuencias legales y mediáticas contra la administración porteña.

El entonces número dos de la Ciudad se sintió extorsionado por Otero y el encuentro terminó muy mal. El desalojo procedió. En los últimos días el ahora jefe de gobierno Larreta volvió a recordar ese incidente entre sus allegados al conocer la vocación política de Otero.

De todos modos, la historia quedó en el pasado, al menos para Macri, a estar por la foto que acompaña el lanzamiento del abogado y periodista.


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