Macri y Mindlin, amigos empresarios.

Las citaciones a prestar declaración indagatoria de los empresarios Marcelo Mindlin y Paolo Rocca en la causa de los cuadernos del chofer Oscar Centeno terminan por cristalizar que efectivamente el Gobierno ha perdido control sobre este expediente a cargo de Claudio Bonadio, que ya tiene cuso propio.

Como anticipó semanas atrás CyR, Mindlin veía venir esta citación y lo primero que hizo fue permanecer fuera del país durante algunas semanas. El empresario bien podría definirse como el otro yo de Mauricio Macri y fue uno de los que más creció durante su gobierno.

En las últimas semanas Mindlin conversó en variadas ocasiones con Gustavo Arribas, jefe de los espías en la administración actual. El ex representante de futbolistas le dijo al empresario que se quedara tranquilo y que “la turca” Claudia Majdalani, su segunda, iba a hablar con Bonadio para que a lo sumo en el caso declarara algún empleado jerárquico de Pampa Energía.

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Pero Mindlin no se relajó. Un abogado de su confianza le dijo que Majadalani no tenía alcance sobre el juzgado de Bonadio por el hecho de estar excesivamente identificada con Antonio Stiusso, ex jefe de  la SIDE y a quien Bonadio desprecia, según las fuentes.

El secretario de Comunicación Jorge Grecco, ex empleado de Mindlin lo llevó a este con el ministro de Justicia, Germán Garavano. Supuestamente, todo esta sucesión de movimientos sucedía con el aval de Mauricio Macri, que al mismo tiempo intentaba sortear e vendaval económico que sacude a su gobierno.

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En la tarde del domingo 23, Mindlin habría recibido mensajes del ex gobernador Daniel Scioli, que le advertía que la citación era un hecho y que a él se lo había dicho Rodolfo Canicoba Corral, otro juez federal de los más veteranos, cercano al ex motonauta.

Nadie pudo ayudar a Mindlin a eludir lo inevitable. Sobrevuela en el aire la duda sobre quién está detrás de Bonadio para haber incurrido en la audacia de complicar al amigo presidencial. En la misma decisión, Bonadio llamó a declarar a Paolo Rocca, otro de los empresarios más poderosos del país, quien hasta en forma pública admitió haber pagado sobornos durante el gobierno de los Kirchner.