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Boudou pidió la nulidad del juicio por Ciccone

Su abogado defensor dijo que debería suspenderse el proceso porque hay otros imputados de la AFIP que aún están siendo investigados.

Probablemente, no tenga ningún resultado. Pero la defensa de Amado Boudou pidió la nulidad del juicio contra el ex vicepresidente en la primera oportunidad que el presidente del Tribunal Oral N°4, Pablo Bertuzzi, le dio el usa de la palabra en la primera audiencia por la venta supuestamente irregular de la imprenta Ciccone.

El abogado Eduardo Durañona, luego de la lectura del escrito con el requerimiento de la elevación a juicio, es decir, con la acusación de la fiscalía, le dijo a los tres jueces que debía declararse la nulidad del debate oral.

En su opinión, falta incorporar prueba que todavía permanece bajo investigación en el juzgado de Ariel Lijo, ligada a la llamada «ruta del dinero» de la maniobra. Lijo fue quien instruyó la causa que terminó con Boudou sentado por segunda vez como acusado en un juicio oral.

«Si el Tribunal quiere encontrar la verdad de los hechos, una verdad objetiva de cómo sucedieron los hechos, ya sea para absolver o condenar para llegar a una sentencia justa, tiene que contar con la totalidad de los testimonios y las pruebas», expuso el letrado.

Durañona se refirió a un remanente de la causa por Ciccone, aún en trámite en el juzgado de Lijo vinculada al rol de ex funcionarios de la AFIP en las maniobras, entre ellos su ex titular, Ricardo Echegaray, quien ya fue indagado pero aún no se resolvió su situación procesal.

«Considero que este juicio y este debate, en las condiciones en que está siendo llevado, no puede llevarse a cabo, entiendo que hay muchos elementos de prueba que no están en este debate», agregó el abogado.

Los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y María Gabriela López Iñiguez deberán resolver sobre este pedido, aunque no lo harán hasta el próximo martes, cuando se reanude el debate porque hicieron lugar a un pedido de postergación pedido por otras dos defensas nombradas en las últimas horas; las de Rafael Resnik Brenner y de Alejandro Vandenbroele.

Boudou, que era ministro de Economía cuando se concretó la operación cuestionada, se sentó en el mismo banquillo de los acusados en que estuvo su amigo y socio José María Núñez Carmona, mientras que en la fila de atrás se ubicó el supuesto testaferro y titular de la sociedad The Old Fund SA, Alejandro Vandenbroele.

Los tres comparecieron acusados de los delitos de «cohecho» e «incumplimiento de los deberes de funcionario público», junto al antiguo dueño de la imprenta Nicolás Ciccone, el ex jefe de asesores de la AFIP Rafael Resnick Brenner y el ex funcionario del Ministerio de Economía Guido Forcieri.

Según la hipótesis de la causa, cuando la empresa Ciccone estaba en la quiebra, The Old Fund apareció para ofrecerles levantarla y quedarse con el 70 por ciento del paquete accionario mientras conseguía un beneficioso plan de pagos con la AFIP y encaraba la impresión de billetes de moneda nacional.

En su acusación, el fiscal Di Lello sostuvo que Boudou «desplegó su influencia» para facilitar las maniobras de «adquisición de la empresa Ciccone Calcográfica» y su posterior «habilitación para contratar con el Estado Nacional», con la colaboración» del resto de los acusados.