| En Chascomús

No era de un sindicalista prófugo el cadáver encontrado

Walter Leguizamón está acusado del homicidio de Darío Avalos ocurrido en 2014. El cuerpo estaba atado con alambres, con heridas de bala y puñaladas.

Leguizamón estaba prófugo desde el año último.

Leguizamón estaba prófugo desde el año último.

La justicia de Chascomús descartó que el cadáver encontrado el sábado maniatado con alambre, acuchillado y con un escopetazo en la laguna de esa ciudad bonaerense corresponda al ex secretario general de la UOCRA de Lomas de Zamora, Walter “Lobo” Leguizamón, quien está prófugo por el crimen de un albañil cometido en 2014 en un obrador de Villa Fiorito.
Si bien por el parecido físico y por algunas señas particulares los investigadores creían que podría tratarse de Leguizamón, expertos en necropapiloscopía de la Policía Científica de la policía bonaerense que llegaron de La Plata regeneraron hoy las huellas dactilares del cadáver NN, que estaban deformadas por la putrefacción del cuerpo y el tiempo que la piel pasó en el agua.
Con las huellas dactilares del cadáver reconstruidas, los peritos las compararon con el juego de fichas dactiloscópicas de Leguizamón, que estaban cargadas en el AFIS -la base de datos de personas buscadas por la Justicia o con antecedentes penales- y el cotejo dio negativo.
De acuerdo a los voceros, la investigación comenzó la mañana del sábado último, luego de que un transeúnte que bordeaba a pie la muralla de la laguna de Chascomús, a la altura de la calle General Guido, vio un cuerpo flotando y llamó a la línea de emergencias policiales 911.
Según los peritos que inspeccionaron el cadáver en el lugar, éste llevaba uno o dos días en el agua, estaba maniatado con alambres, presentaba cortes en varias partes del cuerpo y un escopetazo en la zona intercostal donde le quedaron incrustados varios perdigones.
Debido al estado de descomposición del cuerpo, los pesquisas decidieron enfriarlo y pospusieron la realización de la autopsia para mañana en la Morgue Judicial de Chascomús, donde se determinará la data y mecánica de la muerte, entre otras cuestiones.
Las fuentes señalaron que al momento de su hallazgo, la víctima no llevaba encima ninguna documentación, por lo que los pesquisas hicieron un relevamiento de las denuncias policiales por averiguación de paradero en Chascomús y sus alrededores, lo que arrojó resultados negativo.
Leguizamón es buscado por la Justicia desde noviembre de 2016 como el presunto autor intelectual del homicidio de Darío Avalos (40), por el que ya se realizaron dos juicios orales y se condenaron a nueve personas, cinco de ellos a prisión perpetua.
Por su parte, Claudia Ferrero, abogada de la familia del albañil asesinado, dijo que si bien ella no tiene datos que confirmen que el cuerpo hallado en Chascomús pertenezca al “Lobo”, unos días atrás, habían conseguido una pista que indicaba que el prófugo se encontraba en esa ciudad.
La letrada explicó que el verano pasado habían conseguido datos de que Leguizamón estaba oculto en la costa atlántica bonaerense, junto a una mujer y bajo el nombre de “Alejandro”, por lo que alertaron al Ministerio de Seguridad provincial.
Sin embargo, tras una serie de tareas de inteligencia, el prófugo no pudo ser localizado, recordó Ferrero.
El crimen de Ávalos fue cometido el 11 de marzo de 2014, cuando un grupo de trabajadores se manifestaron frente a un obrador de la empresa Esuco, situado en Camino de la Ribera al 400, de Villa Fiorito, en el partido de Lomas de Zamora, para reclamar su ingreso a una obra.
Estos manifestantes, entre los que se encontraban Ávalos, fueron atacados a balazos y pedradas por otros dos grupos presuntamente integrados por miembros de la delegación local de la UOCRA, uno de los cuales se encontraban dentro del obrador y el segundo que los sorprendió por la retaguardia.
A raíz del ataque, Ávalos recibió un tiro en la espalda y murió poco después en la Unidad Pronta Atención (UPA) del vecino partido de Lanús, mientras que otros cuatro obreros resultaron gravemente heridos pero sobrevivieron.
En un primer juicio oral con jurados populares que terminó en julio de 2016, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora condenó a prisión perpetua a Alberto Antonio Albornoz y Alejandro Jara por el “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” de Ávalos; y a Carlos Cáceres Paredes, Oscar Romero y los hermanos Javier Emilio y Héctor Daniel Cabrera Serrano a penas de entre cuatro y seis años de cárcel por “homicidio en agresión”.
Mientras que el mes pasado se realizó un segundo juicio en el que el TOC 2 de Lomas de Zamora condenó a prisión perpetua a Héctor Cabrera, ex secretario adjunto de Leguizamón, y a los ex delegados del gremio, Jonathan Vega y Sergio Fernández.
Según Ferrero, el tribunal consideró que hubo “un plan previo para matar a los manifestantes” liderado por Leguizamón y “dirigido por Cabrera”, quien tuvo un “dominio funcional del hecho” sin haber participado activamente del mismo.
“Un testigo declaró que Cabrera recibió la orden por radio de Leguizamón para que ‘vayan y maten a todos esos mugrientos’”, añadió la abogada.