| Corrupción

Condenan a una ex comisario por encubrir una banda de ex policías

El ex jefe Distrital de San Isidro fue condenado a seis años por encubrir a policías que habían asaltado a un empresario cuando llegaba a su casa de ese partido.

Papa, quedó detenido después de la condena.

Papa, quedó detenido después de la condena.

El ex jefe distrital de San Isidro, comisario inspector Raúl Papa, fue condenado a seis años de prisión y quedó detenido por haber encubierto a una banda de ex policías que en 2011 asaltó a un empresario del juego cuando llegaba a su casa de esa localidad del norte del conurbano, informaron fuentes judiciales.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) 6 de San Isidro, integrado por los jueces María Angélica Etcheverry, Débora Ramírez y Federico Tuya, condenó a Papa por el delito de «encubrimiento doblemente agravado por tratarse de un funcionario público y por ser consecuencia de un hecho especialmente grave».
Pese a que había llegado al debate en libertad, el ex comisario de la Policía bonaerense se fue esposado de la sala de audiencia de la sede judicial de la calle Marín 114, ya que el tribunal ordenó su inmediata detención, tal como lo había pedido en su alegato del 26 de abril el fiscal del juicio, Claudio Scapolán.
Además de Papa (50), también fueron condenados en este debate otros dos imputados: el policía exonerado Alejandro Agustín Peyrot (45) , que recibió una condena de diez años de cárcel como «coautor» en el robo al empresario, y Diego Romero (41), quien era novio de una sobrina de la víctima del robo y para la Justicia el «entregador» del hecho, que recibió una pena de nueve años.
Romero fue detenido en la sala al igual que Papa, mientras que a Peyrot se lo mandó a arrestar porque no asistió a la lectura del veredicto.
El fiscal había solicitado seis años de prisión para Papa, mientras que la defensa, a cargo del abogado Pablo Hawlena Gianotti, pidió su absolución.
Al momento de ser imputado en esta causa, hace ya seis años, Papa era la máxima autoridad policial de 11 comisarías de la zona norte del conurbano y ahora está exonerado de la fuerza.
Según la investigación del fiscal de instrucción de San Isidro que en su momento logró su detención, Patricio Ferrari, Papa tenía vínculos con al menos un integrante de una banda de ex policías que en 2011 asaltaron a un empresario del juego, Jorge Pereyra, quien cuando ocurrió el hecho tenía 70 años.
En la causa, hay escuchas telefónicas posteriores a ese hecho en las que Papa habla con Eduardo Vivas (43), un ex policía bonaerense exonerado en 2007, sobre todo lo que estaba investigando la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y la fiscalía sobre el asalto a Pereyra.
«En el escritorio de mi oficina tengo lo que me mandaron que están investigando. Están en bolas», dice Papa en una de las escuchas.
«Ellos sospechan de ese muchacho que yo te digo, que supuestamente hay un informante que está en pelotas evidentemente», agrega Papa.
En otro tramo del diálogo, Papa le dice a Vivas que los investigadores de la DDI están sobrecargados de trabajo porque para la época en la que ocurrió este hecho, tenían que mandar parte del personal a colaborar con la investigación del caso Candela Sol Rodríguez (11), la niña asesinada en la localidad de Hurlingham.
«Quedate tranquilo que no… Ahí estuvieron enquilombados y siguen enquilombados con lo de Hurlingham. Todos los días tienen que mandar dos, tres grupos operativos… Están superados, viste», dice Papa.
Las escuchas de este integrante de la banda con Papa surgieron a partir del análisis de comunicaciones que el fiscal Ferrari hizo con celulares que fueron secuestrados a los primeros dos detenidos que hubo en el lugar del hecho.
Papa siempre se defendió de la acusación afirmando que conocía a Vivas porque era ex policía y porque, además, era su «informante».
El robo al empresario Pereyra fue cometido alrededor de la 1 del 5 de agosto de 2011 en su domicilio de Tomkinson al 3300 de San Isidro, cuando volvía de cenar en un stud e ingresaba su Mercedes Benz al garaje de su casa.
Tres delincuentes irrumpieron detrás de él en otro Mercedes Benz y lo amenazaron, pero el empresario se quedó encerrado dentro del auto porque tenía los vidrios semiblindados.
Los ladrones lograron destrozar una de las ventanillas a culatazos y así Pereyra bajó del vehículo y les entregó un anillo y unos 6.000 pesos en efectivo que tenía encima.
El asalto fue observado desde la casa y por circuito interno de video por la esposa del empresario, quien se asomó por una ventana y efectuó seis balazos con un revólver Magnum .357 del cual era legítima usuaria y portadora.
Los tiros amedrentaron a los asaltantes, que abortaron el robo y corrieron hasta el auto en el que había llegado, pero un hijo de Pereyra que también había estado cenando con su padre, se acercó hasta su casa paterna porque tenía una llamada perdida de su madre en su celular y al advertir el asalto, embistió el auto de los ladrones, dos de los cuales fueron luego detenidos por gendarmes.
Los dos ladrones que fueron apresados por este robo cerca del lugar del hecho ya fueron condenados por el TOC 1 de San Isidro a 15 años de prisión, mientras que Vivas, el ex policía que hablaba con Papa, tiene una condena de 12 años de prisión en el TOC 4.

 


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