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Quién estuvo detrás de los audios con los diálogos de Angelici (operando en la AFA)

La interna de la AFA, los derechos televisivos de los partidos y la variante político judicial. Las tesis de las posibles maniobras detrás de las escuchas.

Al presidente de Boca, Daniel Angelici, lo embocaron con la difusión de dos audios en los que opera para conseguir beneficios, ¿ventajas?, para su equipo, gestiones que deben hacer los titulares de todos los clubes: pero ninguno tiene el peso específico que acumula hoy el mandamás del club de la ribera.

Angelici es además de presidente de Boca, un amigo cercano del presidente Mauricio Macri y operador judicial, en la justicia porteña primero, y en la nacional después, cuando Cambiemos llegó a la presidencia. Por esas gestiones se ganó las amonestaciones públicas de la fiscal de la República y una de las creadoras de la alianza gobernante, Elisa Carrió.

Las escuchas que se difundieron el lunes en un programa de TyC no son nuevas: fueron realizadas por orden judicial, hace dos años, cuando la dirigencia de Boca estaba bajo investigación por sus vínculos con la barra brava. Se recuerda los allanamientos realizados entonces en el club, ordenados por el juez de instrucción Manuel de Campos, que buscaba probar la complicidad de la directiva boquense con los barras, gerenciadores de millonarios negocios ilegales.

Angelici reconoció hoy en una conferencia de prensa, que conocía las escuchas porque estaba al tanto de la causa y de que su teléfono había sido intervenido en su momento por el juez Campos. El, como todos, se preguntan porque los audios se dieron a conocer en este momento. La información se combina con las especulaciones para tratar de dar con una explicación.

Después de la ruptura del contrato entre la AFA y el Gobierno que puso fin al Fútbol para Todos, los clubes negocian la televisación con tres grupos interesados. Hay quienes dicen que Angelici venía operando para llegar a un acuerdo con ESPN, la cadena estadounidense que ya presentó una propuesta para quedarse con los derechos. ¿La difusión de los audios habría sido impulsado por alguno de los competidores? Es una posibilidad. La mano del todopoderoso Clarín, ¿podría estar detrás de la maniobra? No se sabe. El tema fue el principal en la edición de hoy del diario.

Otra es que la difusión venga de las mismas internas de la AFA, cuando aún se debe elegir a un nuevo presidente y los clubes del ascenso vienen enfrentados con los más grandes. Uno de los motivos de la disputa es cuánto les va a quedar cuando se negocien los contratos por la televisación de los partidos. La brutalidad de los audios, no deja bien parado a Angelici, por más que el presidente de Boca diga que son parte de la “habitualidad” del fútbol local.

Una tercera variante es que se haya tratado de un hallazgo periodístico: la publicación de los audios expone de forma evidente la forma en que el presidente de Boca “defiende” los intereses de su club. Colegas del periodismo deportivo dicen que quien obtuvo los audios es Gustavo Grabia, uno de los reporteros que más se ha preocupado por difundir los negocios sucios de las barras y sus vínculos con los dirigentes y la política. Quiénes lo conocen aseguran que nunca se hubiera prestado a que las grabaciones se usaran con fines comerciales, en medio de la disputa por los derechos televisivos.

Tampoco hay que descartar la variante política-judicial. Los audios de Angelici fueron obtenidos por orden judicial y se dieron a conocer por medio de la prensa. Algo parecido a los audios con los que embocaron a la ex presidenta Cristina Kirchner en sus picantes diálogos con Oscar Parrilli. Un trago de la misma medicina para los dos sectores políticos. Aunque es una enormidad comparar a Angelici con Cristina, pero es necesario no olvidar la cercanía del capo de Boca con el presidente de Macri.

En el mundo judicial dicen que el juez De Campos tenía en su momento buena relación con el ex secretario de Seguridad Sergio Berni. Más allá de esos vínculos, De Campos se quedó sin el expediente al que le había dedicado tantas horas cuando la Cámara del Crimen, le sacó la causa y la envió a un nuevo juez. Siempre estuvo convencido de que Angelici había usado su influencia para que la quitaran la causa.

La decisión fue en su momento motivo de polémica porque fue tomada por dos camaristas que no habían intervenido en el expediente. El caso pasó entonces, por sorteo, al juez Facundo Cubas, que a mediados de 2015 decidió jubilarse. Desde entonces, la causa queda en manos de los jueces que cubren el juzgado de Cubas. Pero lo cierto es que el expediente, en el cual de Campo investigaba una asociación ilícita entre directivos y barras, se enfrió notablemente. En la causa se investigaba la venta irregular de entradas, confección de carnets apócrifos, o su alquiler a la barra para que los usaran para la entrada de turistas, previo pago de 500 dólares.