| Declaración

La directora de la Fundación Suma no sabía que Michetti había hecho una colecta

Karen Zeolla declaró como testigo en la causa ante el juez Ariel Lijo. Dijo que los balances se presentó después de la denuncia para que se investigue el origen del dinero.

Zeolla es la directora ejecutiva de Suma.

Zeolla es la directora ejecutiva de Suma.

“Aportamos testigos, informes, documentación probando que no hay nada irregular ni antiético. No hay ninguna cosa ni ningún papel fuera de lugar”, dijo la semana pasada la vicepresidenta Gabriela Michetti al referirse a la causa que lleva adelante el juez federal Ariel Lijo, quien investiga el origen del dinero que le robaron en su casa el 22 de noviembre del año pasado.

“Si Dios quiere, con el juez con todos los papeles y declaraciones, falta que la justicia se exprese y diga que todas las cosas están bien”, dijo Michetti en declaraciones a Radio Vorteix y agregó que “no hay ni falla administrativa, ni algo irregular, no hay absolutamente nada”.

Justamente, para determinar si hay algo irregular en el funcionamiento de la Fundación Suma, que preside Michetti, el juez Lijo le tomó declaración testimonial el martes 20 a Karen Daniela Zeolla, la directora ejecutiva de la entidad, responsable de su funcionamiento diario y de llevar adelante los programas. Y su declaración dejó muchas dudas sobre el funcionamiento de la entidad.

La testimonial de Zeolla adquirió un interés mayor, luego de la declaración la semana anterior de Silvana Giudici, la ex diputada nacional que tiene el cargo de tesorera de la de Suma, pero quien dijo desconocer cómo se recaudan los fondos de Suma, ya que la parte administrativa estaba a cargo de la directora ejecutivo, según declaró. Tampoco dijo saber cómo se hacían los balances.

Michetti aseguró que en la noche en que se impuso la fórmula presidencial de Cambiemos le robaron 189.500 pesos que tenía en su casa y que eran para la cena anual de Suma, más otros 45.000 pesos que eran para pagar arreglos en su vivienda y otros 50 mil dólares que le había prestado su novio para pagar una maestría en el exterior de su hijo.

La vicepresidenta aseguró que el dinero que tenía en su casa era para pagar los gastos de la fiesta anual de Suma, que se realizó en La Rural, el 30 de noviembre, ocho días después del robo. Zeolla era la encargada de la organización de la cena. Dijo que conoce a Michetti desde 2004 y que en 2014 empezó a trabajar en la fundación, pero como monotributista y que en julio de 2016, fue incorporada como empleada. Justo en el mismo mes que el diario Tiempo Argentino informó el robo en la casa de la vicepresidenta. Coincidencia.

El otro dato clave de sus declaración es que dijo que los balances de la entidad se presentaron ante la Inspección General de Justicia en agosto, luego de la denuncia que se hizo en la Justicia federal para que se investigue el origen del dinero robado en la casa de la vicepresidenta.

“Las donaciones en efectivo se realizan en la sede de la Fundación y, en principio, tratamos que las donaciones las reciba Fiorella (empleada), quien está en la administración, o yo. Yo por el poder que tengo puedo firmar los recibos, aunque Fiorella también por ser empleada de la Fundación puede firmarlos. Nadie más recibe las donaciones en efectivo”, declaró Zeolla.

Esa parte de la declaración llama la atención, porque Michetti dijo que los casi 189.500 pesos que le habían robado eran parte de una colecta informal entre amigos y conocidos para pagar los gastos de la cena anual. Aportó una lista de donantes, todos dijeron haber dado dinero en efectivo y que no les dieron ningún recibo.  

Pero Zeolla sostuvo que “como ese dinero nunca ingresó a la Fundación, no hubo registro de ese dinero. Si hubieran ingresado los aportes, hubiéramos emitido los recibos. Cuando digo ingresar implica que cuando se extiende un recibo se deja constancia contablemente de ese dinero y posteriormente se bancariza, lo cual no ocurrió en este caso”.

La directora ejecutiva le había dicho a Michetti a fines de octubre que estaban en problemas para afrontar los pagos de la cena anual, que en muchos casos se hacen por adelantado, porque no tenía fondos suficientes. Pero la vice no le dijo que iba a reunir dinero entre sus amigos y tampoco le informó enseguida que le habían robado la plata que tenía guardada en un placard de su casa.

“Yo no tuve conocimiento en ese momento, sino que me enteré después, que Gabriela solicitó cooperación para la realización de la cena. Yo simplemente le informé a ella, a finales de octubre de 2015, la situación económica en la que estaba la Fundación. En el caso, Gabriela como Presidenta de la Fundación solicitó cooperación a amigos y colaboradores; yo me entero de estos después del robo que sufrió Gabriela en su casa, el cual fue el 22 de noviembre de 2015, el día de las elecciones”, dijo Zeolla.

“Luego del robo, unos días después, creo que fue alrededor del 25 de noviembre, Gabriela me notifica mediante una nota que le robaron en su casa una determinada suma de dinero que correspondía a aportes efectuados por terceros a la Fundación SUMA y, en ese sentido, me adjunta un papelito escrito a mano en el que se consignaban las distintas personas que habían aportado dinero y los montos aportados. Eso creo que es todo lo que me informa, lo correspondiente a la Fundación. Yo me enteré de la existencia de este dinero aportado por terceros a Gabriela recién a fin de noviembre de 2015, con la nota que ella me entrega”, aseguró la directora ejecutiva, cuando faltaban sólo unos días para la cena anual, el evento más importante de la entidad, que tuvo un costo superior a los 800 mil pesos.