Por Cecilia González

Muy feo que tu jefe te eche mientras él está de vacaciones.

Resulta que el presidente de Argentina se fue de vacaciones el viernes por dos semanas, pero este lunes post navideño amanecimos con la noticia de que había despedido a su ministro de Hacienda, la cartera más estratégica del gobierno.

Hay que reconocer que el jefe de Gabinete evitó el viejo truco de “renuncia por motivos personales” y explicó que Macri le pidió que esta mañana despidiera a Prat-Gay. Igual el ministro ocupará su cargo hasta el viernes, así que alcanzará a cobrar todo el mes.

¿Y el mejor equipo de los últimos 50 años, qué pasó? Ya la semana pasada se fue la titular de Aerolíneas Argentina, ahora el ministro estrella del gabinete se va después de un añito en el cargo. Lo preocupante es que el despido de Prat-Gay implica el triunfo de los funcionarios que están a favor de un mayor ajuste (más despidos, más beneficios a empresas, menos a trabajadores) porque el ministro era de la línea “moderada”. Si Prat-Gay era el moderado, imagínense cómo vienen los otros.

La pesada herencia que deja Prat-Gay a sus sucesores (van a dividir el ministerio en dos) es:

-Una economía con recesión del 2.4%.
-Un segundo semestre con “lluvia de inversiones” y “brotes verdes” que nunca llegaron.
-Un preocupante endeudamiento récord de 50 mil millones de dólares.
-Una caída de la producción del 2.5% (según Indec recuperado).
– El Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Argentina (UIA) calcula que la producción industrial acumula este año una caída del 5.1%, es decir, mayor a la que estiman los organismos oficiales.
-La inflación supera el 40%.
-El consumo cayó en casi un 4.0%.
-El poder adquisitivo de los salarios cayó un 8.0%.
-Déficit fiscal del 4.2%

También nos deja frases para la posteridad:

– «No vamos a dejar la grasa militante”.
– «Una factura de luz que pasa de $150 a $350 equivale a dos pizzas»
-“Los despidos son una sensación térmica”.
– “Quiero pedir disculpas por los últimos años. Sé de los abusos que han sufrido los capitales españoles y les agradezco la paciencia”(si el presidente se disculpó con el Rey por la Independencia, por qué su ministro no iba a disculparse con los empresarios españoles).
-“El trabajo sucio está mayormente hecho”.
– “No estamos mejor, pero estaríamos peor si no cambiábamos el rumbo”.
– “Nosénosénosénosénosé” (cuando le preguntaron sobre las advertencias de Lavagna por el alarmante endeudamiento récord de Argentina).

La semana pasada, Prat-Gay se había calificado con un 8, igual que el presidente, pero se ve que Macri no estuvo de acuerdo y no sólo lo reprobó: lo expulsó. Nada qué lamentar, ya sabemos que el ministro que tiene millonarias cuentas en el extranjero seguirá acrecentando su fortuna con cargos internacionales, consultorías o charlas en universidades. Este tipo de personajes siempre cae bien parado, a diferencia de los millones de ciudadanos afectados por sus decisiones.

¿Y qué tal su sucesor, eh? Nicolás Dujovne, el nuevo ministro de Hacienda, era columnista en TN y escribía para La Nación, como para que se siga discutiendo quién ganó la guerra Clarín-kirchnerismo, acá tenemos otra prueba contundente. La familia de Dujovne también tiene negocios con Trump. Lo que se dice, una verdadera joyita.

Un rato después de que se confirmó su nombramiento, Dujovne bloqueó su cuenta en twitter porque tenía muchos mensajes desafortunados, típico de quienes no saben que algún día ocuparán un cargo tan serio y que serán condenados por sus post previos. Pero no contaba con la astucia de los tuiteros que todo rescatan, como éste que pinta al nuevo ministro burlándose del pago de impuestos.

Seguimos, a diferencia de Prat-Gay, seguimos.

Fuente: tomado del facebokk de la autora.