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La historia secreta del fallo contra el gas de la Corte Suprema

El ministro Garavano tuvo una reunión con Lorenzetti, pero no pudo anticipar el revés para el Gobierno. Otro de los averiados fue el procurador del Tesoro Carlos Balbín.

Lorenzetti y Highton defienden la acción colectiva.

Lorenzetti y Highton defienden la acción colectiva.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre el tarifazo de gas fue resultado de 24 horas previas de negociación frenética en la cual incidieron diferentes actores del oficialismo, que al final de cuentas nada pudieron hacer para evitar el que se perfilaba como un final esperable.

El más afectado fue el ministro de Justicia Germán Garavano, quien en la noche del miércoles se acercó hasta Puerto Madero para una reunión a solas con Ricardo Lorenzetti, el titular del máximo tribunal.
El juez, fiel a su estilo inmutable, lo tranquilizó y le dijo que el fallo no será ofensivo para el Gobierno. Insistente, Garavano le exigió una copia del borrador que al día siguiente rubricarían los cuatro ministros. Lorenzetti replicó que en su departamento no hay impresora.
El encuentro terminó con tensión. Obvio: Lorenzetti no le perdona a Garavano los múltiples almuerzos y citas a solas con Elena Highton de Nolasco en los primeros meses de Gobierno, cuando el ministro creía que la jueza sería capaz de convencer a la procuradora Alejandra Gils Carbó de su renuncia.
El procurador del Tesoro Carlos Balbín fue otro de los lastimados. Hombre de Daniel Angelici, privilegio sus contactos con Loenzetti y el martes  previo al fallo llegó a la conclusión de que la situación estaba empatada, de que Lorenzetti y Rosatti votaría para el Gobierno y Maqueda y Highton en contra.
Sin embargo, al momento decisivo fueron los secretario letrados de Lorenzetti (tuvo mucho protagonismo en la letra chica Miguel de Lorenzo) quienes redactaron gran parte del fallo con apoyo de la hija de Highton, Elenita, ubicada en la secretaria de Derechos del Consumidor.
El gran ausente en el tramo final de la negociación fue Fabián Rodríguez Simón. Pepín se distanció del asunto puertas afuera del Gobierno. Es esperable. Como registra mala experiencias en la Corte además existe un vínculo de Pepin con Edenor y su dueño Marcelo Mindlin que es preferible no mezclar con temas de política.
Mario Quintana fue otro que se animó a incursionar en el complejo mundo del cuarto piso para evitar el fallo contra os aumentos. Con discreción se acercó a funcionarios del despacho de Juan Carlos Maqueda. Su mensaje fue que el incremento era viable porque – remarcó varias veces – el 80% de los usuarios lo pagaron con lo cual no resultaba confiscatorio.