La situación de cárcel de Lázaro Báez impacta directamente en su núcleo familiar donde por estas horas se dan fuertes debates sobre cual debería ser la estrategia a seguir, especialmente cuando la Sala II de la Cámara Federal analiza confirmar a Sebastián Casanello como juez de la causa que investiga el supuesto lavado de activos por parte del titular de Austral Construcciones.
El respaldo al juez sería por el voto unánime de los camaristas Martín Irúrzun, Eduardo Farah y Horacio Cattani (quien, por cierto, ha comenzado a acariciar la idea de su pronta jubilación).
El primer punto de conflicto entre el empresario y sus hijos es que estos pretenden remover a Rafael Sal Lari de la defensa. El abogado era juez en San Isidro hasta que sus llamativas excarcelaciones, acompañadas de trágicas consecuencias, le generaron diez acusaciones por mal desempeño. Diez motivos para perder a un “defensor de la libertad” como le gusta definirse a este garantista.
Hasta 2006 era un hombre desconocido, un funcionario gris dentro de la estructura judicial. Saltó a la fama cuando en enero de ese año el por entonces ministro de Seguridad de la provincia, Leon Arslanian, dijo que el magistrado ponía trabas a la investigación del llamado “robo del siglo” (un atraco de ocho millones de dólares al Banco Río de Acasusso).
En 2007 Sal Lari concedió libertad condicional a Ariel Ponce luego de que este asaltara un comercio en Olivos. El juez valoró una foja libre de antecedentes penales y lo dejó partir sin saber que su carrera delictiva recién comenzaba. Dos años más tarde el joven fue acusado de matar de un balazo al abogado Maximiliano Robak. Sal Lari volvió a ocupar titulares, comenzaron los pedidos de juicio políticos y aún así no perdió su costumbre.
El 2008 fue un año intenso en su vida. En marzo excarceló a Sebastián Bordón luego de que este fuera detenido en Martínez por portación de armas y se fugara para ser nuevamente capturado. El mismo que en julio de ese año tumbó la puerta de una casa en Becar, ingresó con un cómplice, intentó robar y terminó matando al ingeniero Carlos Reggis.
Cinco meses más tarde fue detenido otro joven acusado de matar a Emiliano Sonnefeld mientras este le abría la puerta del garaje a su esposa. Otro joven con libertad condicional concedida por Sal Lari.
Este prontuario es utilizado por emisarios que se arriman a la familia Báez para forzar la salida de Sal Lari de la defensa. Uno de ellos es Diego Pirotta, otrora influyente abogado apadrinado por la ex SIDE, que todavía busca su nuevo rumbo en cafés matutinos en el Rond Point.
Otro que se habría arrimado para obtener la defensa del empresario habría sido Mariano Freguerio, otro letrado con supuestos vínculos en el espionaje criollo que es uno de los más cotizados en la instancia de juicios orales: fue quien mejor parado salió, junto a sus representados, en la sentencia por la causa Once.
Hasta el mediático Fernando Burlando aseguró semanas atrás que había analizado hacerse cargo de la defensa del empresario patagónico, que hasta ahora sigue al pie de la letra los consejos de sus abogados (Daniel Rubinovich, es el otro letrado?por una defensa técnica y no televisiva.