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La historia secreta del fallo de la Corte sobre las tarjetas de crédito

La pelea entre Highton y Lorenzetti se esconde detrás del fallo. La situación de la hija de la magistrada y los intentos porque el fallo se reproduzca en los medios de comunicación.

Lorenzetti y Highton tienen una relación conflictiva.

Lorenzetti y Highton tienen una relación conflictiva.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia referido a los intereses de las tarjetas de crédito esconde en realidad la situación compleja que vive Elena Highton de Nolasco en el máximo tribunal desde que decidió encumbrar a su hija Elenita en la secretaria de Derechos del Consumidor lo cual desató a fines de 2015 múltiples tensiones.

El tema irrita incluso a Ricardo Lorenzetti ya que ha buscado construir su legado sobre una imagen de tribunal opuesta a la de los 90, cuando el nepotismo era moneda corriente y hasta los chef de los jueces ministros coseguían contratos cortesanos.

Highton llamó varias veces a Lorenzetti para pedirle que desde la Corte se promoviera fuerte en los medios de comunicación el fallo referido a una presentación del Banco Itau. El objetivo de la jueza, frente a los cuestionamientos por su hija, es que se refleje que la secretaría de Elenita está activa.
Pero la letra fina es muy evidente. En realidad la Corte no falló sobre los intereses de las tarjetas de crédito. Solo emitió un 280 que rechaza tratar el tema pero que no consagra doctrina en modo alguno. La necesidad de mostrar actividad motivó incluso que el caso se enviara a la Procuración a pesar de que los jueces no abrieron el tema.
La Corte se limita a ratificar un fallo de la instancia anterior que dice que los bancos no podrán cobrar un 25 % más de intereses en las tarjetas de créditos de los que se cobran en los créditos personales.
Para colmo, en la resolución de la Corte se detalla que los casos de defensa del consumidor no son competencia del máximo tribunal. Resta preguntarse, entonces, el por qué de contar con una Secretaría permanente a cargo de esos asuntos.
La situación de su hija golpea a Highton que ya desde hace meses baraja la idea de dejar la Corte. Highton tiene 73 años y en menos de 2 debería pedir acuerdo nuevamente o al menos ampararse como hicieron Carlos Fayt o Enrique Petracchi. Las andanzas de Elenita no contribuyen demasiado a esos objetivos.