Cristóbal López no tendrá más alternativa que tratar con el camarista en lo contencioso Sergio Fernández (hermano del auditor Javier Fernández) para salir airoso de la causa que tramita en el juzgado de Esteban Furnari, en la cual la AFIP reclama a Indalo por su deuda millonaria con el fisco.

Furnari le impidió al zar del juego dividir su emporio de negocios con su socio Fabián de Souza y también rechazó que el caso pase a tramitarse en la Justicia de Chubut, donde podría tener mejores perspectivas.

Cristóbal tuvo serios inconvenientes hasta que logró que el abogado Carlos Beraldi, que también defiende a la ex presidenta Cristina Kirchner, aceptara hacerse cargo de las las causas penales en su contra.

Para el caso en el fuero contencioso le recomendaron al ex ministro de la Corte Rodolfo Barra, que además conoce bien a Javier Fernández pero el ex miembro del máximo tribunal optó por declinar el caso. Y es que nadie parece querer estar cerca del titular del grupo Indalo, al punto que hace meses que no logra encontrar un asesor de comunicación que recomponga su imagen.

El camarista Fernández ejerce un control casi absoluto sobre lo que ocurre y deja de ocurrir en el juzgado de Furnari, dicen fuentes judiciales.

Lo demostró el año pasado cuando le rechazó al juez Luis Cabral su pedido para ser repuesto en la Cámara de Casación luego de que el kirchnerismo lo removiera de su subrogancia irregular en ese tribunal.

Cabral envió varios amigos a tratar de convencer a Furnari de que lo repusiera en el cargo pero todo fue en vano. Nunca volvió a la Casación y ahora pasa las mañanas en el café Establecimiento de Café donde planifica las elecciones de la Asociación de Magistrados.

Furnari, de hecho, recibió un emisario del Gobierno, muy cercano a Fabián Rodríguez Simón, que le recomendó ir a fondo.

Es sabido que el abogado amigo del presidente es hombre de Clarín al punto que en pleno debate por ley de medios organizaba viajes al extranjero con jueces de los fueros contencioso y civil y comercial con el plan de enviarlos a congresos que se fondeaban con dinero de Cablevisión.

Como sea, la situación judicial ha llevado al dueño de Indalo a considerar pasar una temporada en Miami, donde tiene su casino. Tiene la residencia temporal en Estados Unidos autorizada y en unos años podría requerir la ciudadanía.